Desde hace cuatro meses la obra de pavimentación de la calle Tarapacá en su intersección con Suazo se paralizó, debido a que empezaron a aflorar filtraciones de agua y hoy la calle se ha convertido en una especie de pantano, donde incluso ha crecido maleza.

 

Los vecinos de la calle Tarapacá están sumamente mortificados por la obra paralizada que está llena de aguas verdes y donde incluso funciona un colegio primario.

 

Los residentes lamentaron el estado de abandono en que se encuentran por parte de la municipalidad que no les da razón cuándo se reiniciarán los trabajos, por lo que ya perdieron las esperanzas y esperan que la próxima alcaldesa haga algo por devolverles el ornato.

 

Comentaron que es un peligro para todos los vecinos, especialmente para los niños y adultos mayores que ya han sufrido varias caídas al salir de sus viviendas. Además, la calle como es lógico, está cerrada al tránsito vehicular y cuando toman un taxi para salir o entrar a sus viviendas, deben caminar hacia donde hay pista despejada.

 

Temen que ahora que se aproxima el verano, prolifere en mayor cantidad las moscas, zancudos y mosquitos, pudiendo provocar una serie de enfermedades infectocontagiosas; a esto se suma el mal olor en todo el lugar.

 

Tuvieron palabras muy duras contra el alcalde de Chiclayo, Marcos Gasco, puesto que indicaron que empieza obras y las deja abandonadas, con aguas estancadas que perjudican la salud del vecindario y no solo se trata de este sector, sino de diferentes lugares de la ciudad. Lo invitaron que se acerque al lugar.