Las denominaciones de origen son signos distintivos que identifican un producto como oriundo de un país, región o localidad, y cuando la calidad o reputación de dicho insumo se atribuye a su origen geográfico, además de otros factores naturales y humanos.

 

En otras palabras, es aquel signo que reconoce que un producto específico, usualmente vinculado con el agro, posee características particulares no replicables en ninguna otra nación del mundo, señala Luis Diez Canseco, decano de la Facultad de Derecho de la UTP.

 

El Perú es un país mega diverso y con tradiciones ancestrales que le permite contar con diversos productos únicos, como es el caso del pisco, el maíz blanco gigante del Cusco, el pallar de Ica, el café de Villa Rica, de Machu Picchu–Huadquiña, la maca de Junín-Pasco, la aceituna de Tacna y el cacao de Amazonas.

 

A esta lista hay que agregar, desde 2010, el famoso y único loche de Lambayeque, fruto con un sabor característico que posee un valor gastronómico excepcional, además de que ha contribuido significativamente con el posicionamiento de la gastronomía peruana a nivel internacional.

 

Las denominaciones de origen deben ser valoradas y protegidas, puesto que brindan valor agregado a la industria agropecuaria, además de que coadyuvan con el esfuerzo exportador y generador de trabajo.

 

Lambayeque debe sentirse orgullosa de su loche, y es deber de todo ciudadano impulsar su consumo y protegerlo. Es un patrimonio para la región y para el Perú.