Especialistas en psicología y psiquiatría dan a conocer su valoración, diagnóstico y tratamiento médico, desde sus respectivas ópticas, sobre casos de abuso sexual infantil; como el que se suscitó el martes pasado en la ciudad de Chiclayo con una menor de tres años, que fue secuestrada y ultrajada por un sujeto, ahora con prisión preventiva.

 

En entrevista para el diario La Industria, el past decano del Colegio de Psicólogos de Lambayeque, Paúl Arrunátegui Ramírez, refirió que por estadística se sabe que, de cada 10 niñas, dos o tres menores han tenido algún tipo de abuso sexual o contacto con agresores sexuales y en muchos casos estos sería producto un problema social y cultural.

 

“Para muchos padres es muy difícil hablar de sexualidad con sus hijos, lamentablemente la parte social y cultural que hasta ahora sigue arrastrando el tabú del área sexual, es lo que nos limita y que no permite tocar esos temas; sin embargo, es muy importante abordarlos por seguridad de nuestros niños”, explicó.

 

A su turno, el médico psiquiatra, Fernando Vigil Velázquez, explicó que desde el punto de vista de salud mental los abusos sexuales infantiles generan, no solo a nivel psíquico, sino también a nivel neurobiológico, cambios en los neurotransmisores y esto más adelante se traduce en disfunciones cognitivas, en el área emocional, mental y motriz.

 

“Se presentan patologías como el trastorno de la personalidad, el trastorno límite de la personalidad que está bastante ligado a un antecedente de abuso de maltrato infantil, incluso abuso sexual; asimismo, el trastorno postraumático, que puede durar o terminar en un cuadro de psicosis o cuadro de depresión”, detalló.

 

Finalmente, dijo que frente a un caso violación infantil los cuadros de ansiedad son los más frecuentes

 

El médico psiquiatra, Fernando Vigil, precisó que somos una sociedad que necesitamos fomentar bien las bases de la educación desde la primera infancia y no normalizar los actos de violencia en la familia o en las escuelas, que a largo plazo pueden ser destructivas para las personas.

 

En esa misma línea, resaltó que “esto mucho depende de nuestra cultura, en las familias, que aceptan el machismo, donde el hombre debe ser más fuerte o tiene que mostrar su fuerza; entonces, esto probablemente sea consecuencia a futuros problemas de salud mental”.

 

Asimismo, indicó que muchas oportunidades minimizamos las manifestaciones de la salud mental, no dando importancia al dolor emocional que un futuro se convierten en situaciones difíciles de controlar o conductas autolesivas.