La tradición y el sentimiento religioso vuelven a juntarse en las calles de la región; tras dos años en que la población se mantuvo recluida en sus hogares, siguiendo la disposición del Gobierno, que no permitía la realización de esta festividad por la pandemia.

 

“En estos últimos meses hemos sido testigos de hechos de violencia y destrucción que amenazan la paz en el mundo y en nuestro país. La guerra en Ucrania y la consecuente crisis internacional, los conflictos sociales en nuestro Perú nos han traído a la memoria momentos muy dolorosos de nuestra historia que no quisiéramos volver a vivir, y que causan dolor y preocupación en nuestros corazones”, expresó el obispo de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Robert Prevost.

 

“El sacrificio de Cristo en la cruz nos ha abierto el camino de la reconciliación y la paz con Dios y con los hermanos”, comentó el obispo, quien invocó a orar por la solución de los conflictos en el mundo y en nuestro país, pero también buscar el diálogo y la cooperación entre todas las autoridades para tomar las correctas decisiones que beneficien a todos. Es este clima de tensión a nivel nacional y mundial estamos viviendo la Semana Santa este año.

 

“En estos días santos contemplaremos el infinito Amor de Dios por sus hijos y la maldad del hombre que puede llegar a condenar injustamente al Hijo de Dios”, exhortó monseñor.