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Publicado el Sábado, 27 de Noviembre del 2021

No habría avance en comprensión lectora

El nivel de comprensión lectora en los estudiantes no habría mejorado en pandemia.
La educación a distancia ha sido una alternativa frente a la pandemia, que no es el mejor escenario para el aprendizaje, pero los maestros han logrado revertir esas dificultades a través de los diferentes medios virtuales.
 
Así se expresó el director de la Unidad de Gestión Educativa Local (Ugel) Chiclayo, Ángel Salazar Piscoya, con respecto a los niveles de comprensión lectora de los estudiantes, que según la Contraloría está en un 31 % a nivel regional y 14.6 % en secundaria.
 
No obstante, para Salazar el docente ha sabido agenciarse de herramientas virtuales como whatsapp, Meet y Zoom, que le han permitido esa conectividad y relación con el estudiante.
 
“Decir que en estos momentos se ha logrado superar el tema de la comprensión lectora sería cuestión de evaluarlo, no podríamos apresurarnos a decir si ha mejorado o desmejorado, ni en qué porcentaje; naturalmente eso se hará con las evaluaciones pospandemia”.
 
Sostuvo que las cifras de Contraloría son resultados que año a año tienen; “existe un significativo número de estudiantes que no comprenden lo que leen, pero estamos trabajando estrategias para revertir eso con los docentes, para poder ir logrando que el estudiante entienda”.
 
La evaluación censal recoge muestras cómo los estudiantes tanto de la zona rural como de la zona urbana, escuela pública y privada, logran comprender los textos; naturalmente en la zona rural tienen un gran problema de comprensión lectora.
 
MEDICIÓN
El especialista Darío Hernández Quiroz señaló que desde el 2019 no tienen una medición, por lo tanto, no podrían decir si mejoraron, se estancaron o bajaron, ya que las únicas mediciones estandarizadas son las que aplica el Ministerio de Educación (Minedu) y hablar con especulaciones no sería serio.
 
Según estudios de aprendizaje hay una afectación muy grande en pandemia, la medición daría resultados preocupantes, porque el estudiante viene de una tradición de acompañamiento directo y presencial del profesor y al no tenerlo cerca, no se garantiza el acompañamiento del padre.
 
Además, la comunicación e interacción con el profesor no es todos los días, por las situaciones mismas que se viven y hay brechas de conectividad muy fuertes.
 
 

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