No es una sorpresa lo sucedido en Mala y en el caso de la región Lambayeque hay estudios que se han hecho en el 2004 sobre plan del uso de suelos y medidas de mitigación ante desastres, que indican altísima vulnerabilidad ante eventos sísmicos.
En el caso de Chiclayo, el último informe indicaba que había más de 6400 viviendas que presentan vulnerabilidad en cuanto a materiales de construcción.
No hay un proyecto importante que permita disminuir la vulnerabilidad del centro histórico, pero los municipios deben ser exigentes para poder ir disminuyendo este peligro.
Según el gerente de Gestión de Riesgos del Colegio de Ingenieros y exjefe de Indeci, Carlos Balarezo Mesones, los últimos estudios indican que más del 60 por ciento de las viviendas en el país y en la región Lambayeque son producto de la autoconstrucción.
Además, hay ampliación de viviendas y edificaciones sin control técnico, viviendas de material rústico, especialmente las más antiguas y zonas urbano marginales donde predomina el adobe.