Durante los más de 100 días de aislamiento social obligatorio a causa del nuevo coronavirus, la clínica virtual del Colegio de Psicólogos de Lambayeque, registró 1 120 llamadas telefónicas de la población.
El titular de la orden profesional, Maximiliano Plaza Quevedo, manifestó que el 63.80% (714 casos) fueron por ansiedad, el 30.90% (346) por depresión, el 2.85% (31) por violencia familiar, el 2.0% (22) por problemas de pareja y el 2.0% (22) por consumo de droga.
Asimismo, de acuerdo a unos gráficos al que tuvo acceso La Industria, se puede observar que, de las 714 atenciones por ansiedad, el 50.21% es ansiedad leve, el 27.60% ansiedad moderada y el 22.10% ansiedad severa. En tanto, de las 346 llamadas por depresión, el 40.46% es depresión leve, el 31.21% depresión moderada y el 28.32% es depresión severa.
El decano subrayó que, tras levantada la cuarentena, se continúan reportando casos, pero en esta nueva etapa de convivencia social, se habrían incrementado las llamadas por violencia familiar contra niños y adultos mayores.
Cabe mencionar que, en mayo del presente año, el gran porcentaje de consultas que recibió el Colegio de Psicólogos fue de personas que habían perdido a un ser querido y no lo pudieron acompañar en su entierro por los diversos protocolos del Ministerio de Salud (Minsa), entre otros.
Plaza Quevedo indicó que las autoridades – además de velar por la salud física – deben dar mayor prioridad a la salud mental de la población, porque todo confinamiento, enfermedad y crisis económica produce deterioro en las personas.
En ese sentido, resaltó que se debe fortalecer el trabajo que desempeñan los profesionales en psicología. Además, refirió que los resultados de casos positivos y fallecidos por el nuevo coronavirus deben darse a través de un lenguaje asequible a los lambayecanos, a fin de que no se alarmen.
El decano resaltó que la clínica virtual de la orden profesional que representa continúa atendiendo a la población e invocó a las autoridades regionales a mejorar la comunicación que tienen con la sociedad civil, de modo que nadie baje la guardia.