Los comerciantes del mercado Moshoqueque protestaron también frente a la comuna de José Leonardo Ortiz, pidiendo trabajar los siete días de la semana, dado que por la emergencia sanitaria y por considerarse foco de contagio, se dispuso su cierre los días martes y viernes.

 

Los quejosos llegaron a la puerta de la municipalidad y lograron dialogar con el alcalde; al término de la reunión, uno de los dirigentes se mostró complacido, pues según dijo, el burgomaestre se comprometió a proponer la discusión del tema en sesión de concejo y suscribieron un acta de la reunión de trabajo.

 

Entre las principales exigencias destaca en primer lugar la reapertura del mercado los siete días de la semana; apertura de los servicios higiénicos en el sector I, II y III; así como retirar los montículos de tierra ubicados en el exterior del mercado Moshoqueque.

 

El secretario general del Sindicato de Comerciantes Mayoristas del Mercado Moshoqueque, Billy Zuñe Serquén, manifestó que después de un año y medio, la autoridad edil por fin les brinda la oportunidad de reunirse y poder discutir soluciones a los múltiples problemas del centro de abastos.

 

El dirigente indicó que los comerciantes formales se han visto perjudicados con la ordenanza municipal que les prohíbe trabajar los días martes y viernes, que son los días comerciales, pero el mercado tiene que estar cerrado por acuerdo de concejeros.

 

Sostuvo que piden que levanten la referida ordenanza y se les permita trabajar los siete días de la semana, porque verdaderamente así lo dispone el Decreto Supremo del Gobierno Central, que dispuso el levantamiento de la cuarentena en la mayor parte del país, entre ellos el departamento de Lambayeque.

 

Anotó que abriendo las puertas del mercado los siete días de la semana, permitirá de alguna forma acabar con el comercio informal que bastante daño les está haciendo.

 

Remarcó que las pérdidas son millonarias, porque venden productos perecibles que se malogran en pocos días; puso como ejemplo las frutas, que prácticamente al segundo o tercer día se maduran y deben rematarse, recibiendo la mitad de su valor, generando grandes pérdidas.

Son un aproximado de cuatro mil comerciantes formales que albergan los tres sectores (primero, segundo y tercer sector).