Regional
Publicado el Viernes, 26 de Junio del 2020

Sacerdote puso en marcha dos comedores

“Hay hambre pero nos hacemos los sordos. Dar de comer al hambriento nos invita a trabajar por un mundo más solidario”, recordó el Padre Eleuterio Vásquez.
“Hace 8 días fue en Puerto Eten y hoy en Ciudad Eten. Este trabajo se realiza, porque es un mandato del Señor: denles ustedes de comer. Ese pedido nos lo hace Jesús a todos. Desde aquí les pido que nos apoyen para seguir dando de comer al hambriento. Es una obra de misericordia que está al alcance de todos los hijos de Dios”, dice el Padre Eleuterio “Lute” Vásquez Gonzales desde la provincia de Chiclayo (Lambayeque).
 
En Ciudad Eten, padre Lute dirige la parroquia Santa María Magdalena y desde el lunes empezó a atender el comedor “Divino Niño del Milagro Eucarístico” con el apoyo de integrantes de la hermandad Santa María Magdalena y Divino Niño del Milagro Eucarístico. Desde hace 8 días se brinda alimentos en el “Comedor del Migrante” que funciona en un restaurante cerca a la playa, administrado por integrantes de la parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Puerto Eten. Dicha parroquia la tiene a su cargo el padre Lute y con ese entusiasmo que le caracteriza contagió a sus feligreses y de inmediato empezó a funcionar el comedor.
 
“Hay mucha hambre por esta pandemia, por guerras, por malas cosechas, por injusticias, por dejadez; hay hambre en niños y en ancianos, en jóvenes y adultos, en sanos y en enfermos, en los países más pobres y también en los países más ricos. Siempre lo escuchamos y nos hacemos los sordos pero dar de comer al hambriento nos invita a trabajar por un mundo más solidario. Será durante un mes y todos podemos colaborar con azúcar, aceite, pollo, papa, cebolla, carne, gas, condimentos, etc.; pero sobre todo con nuestra oración. Hay sufrimiento hermanos, pero también hay amor”, dice padre Lute.
 
El padre Lute, bautizado como el “Padre del Niño” por difundir constantemente la aparición del Niño del Milagro -ocurrida en 1649 en la hostia consagrada- oficia todos los días (desde que empezó la cuarentena) misas y rezos del Santo Rosario que son transmitidos por la página de la parroquia de Ciudad Eten. Asimismo, en celebraciones especiales y misas de promesa, siempre hay innovaciones como las fotos de los fieles, un árbol con apellidos de feligreses, pequeñas procesiones en el templo. En dos ocasiones ha recorrido ambos distritos chiclayanos llevando la bendición con el Santísimo y el 2 de junio con la sagrada imagen del Divino Niño del Milagro. Diariamente brinda asistencia telefónica a quienes buscan consuelo en esta pandemia y cuando le es posible sale a visitar a sus enfermos.
 
“Hagamos un pequeño sacrificio, dejemos de lado nuestra propia comodidad, abramos los ojos y el corazón para sentir la necesidad de tantos hermanos nuestros, y acudamos con sencillez y ternura para socorrerlos en una de sus necesidades básicas: la de la comida diaria”.
 
 

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