Cristiano Ronaldo se frustra, Erling Haaland impresiona y Lionel Messi se reencuentra con el gol... El fútbol europeo recuperó una cierta normalidad este fin de semana con la reanudación de las competiciones en Italia y España, que se unen a Alemania, tras tres meses de sequía por la pandemia.
Regreso al escenario para Ronaldo. La leyenda portuguesa de la Juventus volvió a jugar el viernes en la vuelta de semifinales de la Copa de Italia pero no brilló en el empate sin goles ante el Milan, resultado que sirvió a su equipo para alcanzar la final.
Poco habitual en un especialista consagrado como él, lanzó un penal al poste al cuarto de hora de juego, en el que hubiera sido su primer tanto tras tres meses sin jugar.
Rabioso, el cinco veces Balón de Oro se echó las manos a la cabeza. Su fallo no tuvo consecuencias y la Juventus, con un jugador más, hizo bueno el 1-1 de la ida, cuando si marcó Ronaldo. Tendrá la oportunidad de levantar un nuevo trofeo el miércoles en la final ante el Nápoles.
En todo caso, el primer partido en Italia desde el parón por la pandemia rompió récords televisivos, con más de ocho millones de telespectadores en Rai, la mejor audiencia de la temporada para un partido de fútbol.
Haaland: cabezazo providencial
El Bayern Múnich tenía su primer 'match ball' para proclamarse campeón de Alemania por octava vez consecutiva el sábado, pero un cabezazo del fenómeno noruego de 19 años Haaland a 20 segundos del final lo retrasará al menos unos días.
El ariete, de regreso a los terrenos tras una lesión leve en una rodilla, entró a la hora de juego en la cancha del Düsseldorf. Y fue de nuevo decisivo al marcar con un cabezazo cruzado implacable sobre la bocina.
La nueva perla del fútbol europeo se tocó la frente antes de celebrar con sus compañeros. Fue su 11º gol en 12 partidos de Bundesliga, desde que llegara en enero procedente del Salzburgo.
Messi: sin barba pero con gol
El fútbol volvió y Lionel Messi no es el mismo: Barbudo en marzo en el momento de la interrupción de las competiciones, el argentino regresó del confinamiento con un impecable rasurado, como si volviera a sus primeros años como profesional.
Pero incluso sin barba, el capitán del Barcelona brilló en la goleada 4-0 del Barcelona sobre el Mallorca.