El exdecano del Colegio Médico de Lambayeque y epidemiólogo, Víctor Soto Cáceres, señaló que estaríamos ingresando a una endemia. Esto quiere decir, que el Covid-19 se quedaría con nosotros, así como en su momento sucedió con la influenza H1N1 y el dengue.
Según la Real Academia Española (RAE), la endemia “es una enfermedad que reina habitualmente, o en épocas fijas, en un país o comarca”. Por ello, el galeno manifestó que tenemos que acostumbrarnos a vivir con la enfermedad y debemos adquirir nuevos hábitos.
De acuerdo, al último reporte epidemiológico de la Sala Situacional de la Gerencia Regional de Salud (Geresa), Lambayeque registra 5581 casos positivos y 506 fallecidos. Los distritos más afectados son Chiclayo, José Leonardo Ortiz, Ferreñafe, Lambayeque, La Victoria, Monsefú, Pueblo Nuevo y Mórrope.
Soto Cáceres precisó que en la actualidad es imposible contener los contagios, porque el virus ya es comunitario y mientras más pruebas se realicen los resultados se irán incrementando. Agregó que en algunas semanas empezará a descender. No obstante, en este momento, las autoridades deben poner su atención en la reducción de la letalidad.
De acuerdo a las cifras de ayer, la región registra una tasa de letalidad de 9.1%. No obstante, en las últimas semanas llegó hasta 10%. A ello, se suma la existencia de un subregistro de defunciones. “Las autoridades tienen que informar con la verdad para tomar las mejores decisiones”, añadió
En ese sentido, el galeno considera que debe fortalecerse el primer nivel de atención. De esta forma, los pacientes leves reciban su tratamiento médico en los centros de salud y se evite el hacinamiento en los hospitales de mayor resolución como lo son el Regional y el Luis Heysen Inchaustegui.
AGLOMERACIONES
Por otro lado, Víctor Soto subrayó que la ampliación de la cuarentena a una o dos semanas más, no sería la mejor alternativa, porque durante estos más de dos meses, a pesar del control de la Policía y Ejército, se ha observado que la población no ha acatado en su totalidad las normas.
“Desde el punto de vista epidemiológico (el aislamiento domiciliario) ya no tiene utilidad. De lo contrario, generaría pobreza para cientos de personas que no pueden trabajar”, precisó.
El galeno indicó que las autoridades regionales y locales ahora tienen que aplicar estrategias para evitar las aglomeraciones en los centros de abastos, bancos, supermercados y otros espacios públicos.