La mayoría de los pobladores de los 30 pueblos jóvenes ubicados en ambas márgenes de la carretera Chiclayo-Pomalca la están pasando mal, debido a que no recibieron las tan anunciadas canastas con víveres de la Municipalidad Provincial de Chiclayo. A ello se suma que la mayoría de estas zonas no tiene agua para poder realizar sus actividades diarias.

Elmer Pasapera Peralta, presidente de la Federación Distrital de los Pueblos Jóvenes Carretera a Pomalca, señala que poco después de la transferencia de presupuesto a los municipios para la compra de víveres, en el marco de la emergencia nacional por el covid-19, se realizó el empadronamiento de los pobladores a fin de elaborar la lista de beneficiarios.

“De la municipalidad vinieron a encuestar, eso se dio casi a mediados de abril”. Sin embargo, precisa que no se llegó a todas las zonas donde habitan personas en pobreza y pobreza extrema, quienes tenían esperanza de recibir algún tipo de apoyo para paliar la difícil situación por no estar saliendo a trabajar.

En esta zona, tanto en la margen derecha como izquierda, de la carretera que conduce a Pomalca, existen alrededor de 30 pueblos jóvenes, que pertenecen al distrito de Chiclayo, con una población que superar los 30 mil pobladores, Sin embargo, cuestiona, que el apoyo solo llegó al 40% de la población.

El dirigente, manifiesta que el apoyo de las canastas con víveres no llegó a los pueblos jóvenes Miraflores, El Progreso, San Bartolo, Samán y otros más. Del cien por ciento de pobladores, señala que el 90% son trabajadores independientes, es decir, no tienen un sueldo fijo sino que se lo buscan día a día. Solo un 10% tiene un trabajo estable y recibe una remuneración segura.

“Con esta situación, los que han sido pobres ahora están en extrema pobreza”, refiere el dirigente de los pueblos jóvenes camino a Pomalca.

Pero a este problema de las canastas de víveres, se suma uno más complicado para los habitantes de este sector, la falta de agua potable en casi todos los pueblos jóvenes de la zona.

“No hay agua. Nosotros no tenemos agua. Y eso es lo más esencial en estos momentos. No hay para alimentarse, bañarse, lavar la ropa o lavarse las manos cuando uno sale”, precisa Elmer Pasapera

Además recuerda que el proyecto de agua potable y alcantarillado que incluía a 12 pueblos jóvenes de esta zona, ejecutado por el Ministerio de Vivienda quedó paralizado, con lo cual la esperanza de contar con el tan ansiado líquido, por ahora, es tarea pendiente, pero en perjuicio de la población.

“Todos estamos sin agua. Acá compramos el agua, y resulta más caro. No alcanza porque no están ganando”.

Dice que en los sectores Las Vegas, San Juan y Ramiro Prialé se han presentado casos del nuevo coronavirus. Pues hay familias que han perdido a algún familiar mientras que en otros están graves o contagiados.

En otros como en Samán, los pobladores decidieron cerrar todos sus ingresos para evitar el acceso de todo tipo de vehículos y de gente extraña al lugar. “Han cerrado todos sus ingresos y ellos mismo han colocado trancas y están desinfectando a la gente que llega o que son desconocidos”.