La pintura más robada de la historia, curioso y dudoso honor, tiene un nuevo hito en su extraña historia, y es que la obra maestra creada por los hermanos Hubert y Jan van Eyck llamada “La adoración del cordero místico”, también conocido como el Altar de Gante, ha sido restaurada derivando en reacciones encontradas.
Según cuenta “Iflscience”, sería un vicario el primero que robaría la obra tras un primer siglo de tranquilidad, luego casi es destruida en un incendio por disturbios calvinistas y robada por las tropas napoleónicas. Durante la Primera Guerra Mundial, el cuadro terminó en un museo en Berlín, y su regreso a Gante se convirtió en una de las condiciones del Tratado de Versalles. Pero fue robado nuevamente, en la Segunda Guerra Mundial, Hitler y sus nazis también quisieron hacerse con él y otras tantas vicisitudes hasta ser considerada la pintura con mayores hurtos en su haber.
La pintura, efectivamente, representa a una oveja en un altar rodeada de fieles y está siendo restaurada por fases intentando seguir las formas del original, “con pigmentos similares”. La reacción ante la restauración ha sido variada. “Al ver por primera vez la obra tal y como Van Eyck la había pintado tuve que recuperar el aliento porque me resultaba de una belleza impactante”, dijo la restauradora jefa Hélène Dubois.