El ecosistema de los humedales de Eten tiende a desaparecer, mientras se espera se le declare Reserva Natural Protegida. Una nueva alerta fue lanzada, al darse a conocer que una de sus reservas de agua se ha secado a consecuencia de su uso por parte de agricultores.

Mientras ello ocurre y la indiferencia de las autoridades es notoria, los humedales cada día vienen siendo deteriorados, llevando a que su extensión se siga reduciendo por la extracción ilegal de sus aguas.

Este ecosistema costero está comprendido entre las jurisdicciones de Monsefú, Puerto y Ciudad Eten y se encuentra a tan sólo 20 km. al sur de Chiclayo.

La bióloga María Reque Neciosup, estudiosa de estos humedales, sostuvo que la reserva de agua, de una extensión aproximada de dos hectáreas, ubicada frente a La Capilla antigua, que es una zona donde llegaban aves y habitaban otras residentes, ha desaparecido; y ello como consecuencia de la invasión agrícola.

“Durante la última visita se ha encontrado que se ha invadido gran parte de esta zona, con cultivos de pasto y para regar ese cultivo se drenan las aguas de esta fuente, que son aguas residuales y prácticamente se ha secado la laguna donde están las aves residentes”, señaló la bióloga.

Recordó que el 2018 se empezó a notar los cambios en esta laguna y es que al tomarse el agua para irrigar los campos, se iba notando la contaminación, pero, además, un olor a descomposición que provocaba el alejamiento de las aves del lugar y migratorias.

“Pero en este mes ha sido fatal, porque se ha secado la zona y las aves se han alejado y ya no tenemos ese sector para observar. De las aves solo queda la polla de agua, entre los totorales, y las demás se han alejado”.

María Reque Neciosup señala que esta situación es un grave problema para las aves, porque las aleja, y ahora, por falta de agua en la laguna se está secando.

Indicó que habitaban gentiles y yanavico, estos últimos habían venido desde Los Andes. También recibía a los patos colorados, chonchas y garzas. En total, 18 especies.

Declarar como Reserva Natural Protegida a los Humedales de Eten se convierte en una necesidad para evitar que desaparezca, pues con ello se podría delimitar y proteger, pero además sancionar a quienes atenten contra su conservación. Y es que, de las 1377 hectáreas con que contaba el año 2005, hoy solo posee 296.

“He conocido la belleza anterior, y actualmente, ver el deterioro, preocupa porque recibíamos muchas aves migratorias y ahora ya no. Necesitamos proteger el humedal porque es una zona de descanso y de alimentación para muchas aves. Si no encuentran agua se mueren y no llegan a su destino”, sentenció.