Existen aproximadamente 60 casonas en la ciudad de Chiclayo y todas se encuentran en estado de vulnerabilidad ante posibles lluvias, indicó el responsable de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DCC) Lambayeque, Alfredo Narváez Vargas.
“Sabemos que estas casonas deben cuidarse, pero se debe dar a conocer que es responsabilidad del propietario cuidarla y tratar de mantenerla en su mejor estado, nosotros como entidad podemos guiarlos en los aspectos técnicos para que puedan realizar la protección de manera adecuada”, aseveró Narváez Vargas.
Como ejemplo de estas reliquias arquitectónicas, podemos encontrar la casa de Elías Aguirre y el local donde funcionaba el Cine Tropical, además se puede visualizar que el local del hotel Royal, que en la actualidad solo mantiene su fachada, debido a que al interior se llevó a cabo un cambio radical, pues ahora funciona un centro comercial.
Un caso aparte, es el local del colegio Pedro A. Labarthe, el cual su último derrumbe fue en el año 2017 por efecto de las lluvias del Fenómeno El Niño Costero. En este momento, el expediente técnico para la reconstrucción del mismo se encuentra en manos del Gobierno Regional, quienes tienen la facultad de apresurar los últimos pasos de gestión para su restauración.
Por otro lado, Narváez Vargas, enfatizó que tanto el alcalde de Chiclayo como sus funcionarios deben ser los primeros en preocuparse por preservar estos monumentos históricos; tomando como ejemplo a Trujillo y Cajamarca, ciudades que pusieron en valor sus casonas gracias a la inversión privada y a leyes promulgadas por el Congreso.
El arqueólogo también manifestó que todo responde a la voluntad política que tengan las autoridades de turno para rescatar las principales casonas de la ciudad, las cuales pertenecen a la cultura local y no pueden ser parte del olvido y el poco interés de los gobernantes para encontrar soluciones.
“El alcalde debe tomar en sus manos el mejoramiento de estas casonas, somos la cuarta ciudad más importante en el Perú y debemos hacer prevalecer nuestro patrimonio histórico el cual se viene perdiendo a través de los años sin que se tome conciencia sobre el daño que le hacemos a la ciudad. Esperemos que esta situación cambie”, finalizó el director de la DDC.