El presidente de la Asociación de Pescadores de Caballitos de Totora de Pimentel, Nicolás Galán Díaz, señaló que la totora (recurso utilizado para la fabricación de los caballitos de totora) se encuentra en peligro de extensión; sin embargo, las autoridades regionales hasta la fecha no han hecho nada para atender a su problemática.

 

En Lambayeque son un promedio de 500 personas las que se dedican a esta actividad, quienes deben viajar hasta los distritos de Monsefú, Mórrope, Jayanca, Pacora e incluso hasta Huanchaco para adquirir el junco o totora que les permita construir sus caballitos, pero no les conviene porque el traslado es muy caro.

 

En ese sentido, están solicitando a las autoridades regionales, les apoyen en el sembrío de la totora en las nueve hectáreas de terreno, ubicadas al costado del Dren 3000, que colinda con la huaca Agujereada de Pimentel.

 

“Nosotros hemos presentado el pedido, pero una y otra vez nos rechazan. Esto no es de ahora, lo venimos haciendo desde el 2017, sin respuesta alguna. Hace una semana hemos vuelto a gestionar ante el Gobierno Regional de Lambayeque, pero aún no recibimos alternativas de solución”, señaló Galán Díaz.

 

Sostuvo que en el Perú la pesca milenaria ancestral solo se practica en Huanchaco, Sechura y Pimentel. No obstante, por ejemplo Huanchaco, a pesar de solo contar con un promedio de 50 personas que en la actualidad se dedican a esta labor, sí cuentan con sus totorales. Esto, porque tienen el respaldo de sus autoridades; quienes ejecutan proyectos para su bienestar.

 

Con la desesperanza de que algún día serán escuchados, Nicolás Galán indicó que si el Gobierno hace caso omiso, en cualquier momento van a tener que tomar otras medidas, como reemplazar la totora por la fibra. Lo cual, afectará a la identidad de la región porque el caballito de totora es Patrimonio Cultural de la Nación.

 

Por ese motivo, invocó a los estudiantes universitarios, a los colegios profesionales, a los funcionarios públicos, universidades, medios de comunicación y demás sociedad civil que quiera sumarse a su pedido, a unir esfuerzos y convocar a una marcha para exigir los totorales en Pimentel.

 

“Tenemos tierra, es un terreno suficiente para por lo menos sembrar cinco pozas de totora y desarrollar la artesanía. Actividad con la cual se daría trabajo a aproximadamente tres mil personas (hijos, esposas y demás familiares de los pescadores artesanales, pero no se quiere hacer nada”, precisó el dirigente.

 

Añadió que las totoras contribuyen al cuidado del medio ambiente, pues actúan como purificador del agua de los drenes y al agua salada lo convierte en dulce, que puede servir como regadío para otras plantas.

 

Cabe mencionar que en el 2016, surgió una iniciativa por parte del alcalde de Pimentel de ese entonces, de proponer a la pesca en caballito de totora como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. De esta manera, se implementen proyectos que permitan brindar incentivos al pescador que todavía se dedica a esta actividad.