“Sentimos que tenemos gran responsabilidad porque está en juego la vida de otras personas y nuestra vida misma, por eso nos preparamos con anticipación física y emocionalmente”, manifestó el superior PNP Eleuterio Castillo Julca, instructor de la Unidad de Salvataje de Chiclayo.

 

Para esta temporada de verano, que iniciará el próximo 15 de diciembre y culminará en abril del 2020, unos 80 salvavidas se distribuirán en todo el litoral lambayecano, a fin de ofrecer seguridad a los bañistas y permanecer atentos ante cualquier emergencia. No obstante, las playas más vulnerables por su fuerte oleaje y por ser más concurridas son Pimentel y Puerto Eten.

 

Castillo Julca señaló que la Unidad de Salvataje de Chiclayo también brinda su servicio en los balnearios de San José, Las Rocas, Santa Rosa, Monsefú, Lobos, Niño del Milagro, Lagunas, entre otros.

 

Sus actividades de rescate inician desde las 9:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde. De lunes a viernes trabaja el 50% de personal, pero los sábados, domingos y feriados el 100%; quienes se agrupan de dos en dos de norte a sur. Aunque están preparados, uno de sus principales objetivos es prevenir.

 

En la última temporada, se atendieron aproximadamente 260 casos de auxilio y el costo social fue cero, precisó Eleuterio Julca. Minutos después, recordó que sí existió una pérdida humana, pero aunque hicieron todo lo posible para salvarlo, lo acontecido escapó de sus manos. Un grupo de jóvenes llegó hasta la playa San José y se alejó uno o más kilómetros, donde no tienen servicio. Cuando la vida de uno de ellos corría peligro pidieron ayuda a los salvavidas, pero cuando estos llegaron fue demasiado tarde.

 

Antes de verano, los salvavidas se preparan con tres o dos meses de anticipación. Los nuevos inician con un curso de capacitación teórico, el cual posteriormente ponen en práctica en los entrenamientos. Sin embargo, quienes tienen mayor experiencia, por las mañanas realizan ejercicios para mantener su físico y por las tardes reciben charlas de primeros auxilios y de seguridad.

Cada curso que reciben lo asumen con mucha responsabilidad, porque son conscientes que lo aprendido les permitirá rescatar vidas, sostuvo el técnico de tercera PNP Cristian Ortiz Pérez. Por ello, después del calentamiento y estiramiento, realizan el reconocimiento del litoral, que les permite identificar el oleaje y los huecos para efectuar el servicio.

 

En ese sentido, el superior Eleuterio Castillo explicó que existen dos tipos de rescate. Al primero se le denomina víctimas conscientes, porque no se producen daños mayores e incluso la persona rescatada al salir del mar conversa con quienes se encuentran a su alrededor. No obstante, a las víctimas inconscientes, se les brinda ayuda de primeros auxilios y se le traslada al establecimiento de salud más cercano y si es necesario a un hospital de alta categoría.

 

“Nuestra función termina cuando le entregamos al médico”, añadió.

 

Para evitar pérdidas humanas, los hombres de rojo y amarillo; colores que identifican entre la multitud a los salvavidas, siempre recomiendan a la población que acude con sus amigos o familiares a la playa, abstenerse de ingresar al mar después de almorzar o consumir licor.

 

Asimismo, tener mucho cuidado con los pozos que existen, sobre todo, en Pimentel y bañarse cerca al equipo de salvataje, porque muchas veces se alejan de su área de servicio y el peligro al que se exponen es mayor, advirtió Castillo Julca.

 

A los padres, les invocó a velar por el bienestar de sus menores hijos, porque por lo menos los domingos se pierden cerca de 50 niños. Lo cual, de una u otra forma les distrae de sus actividades de rescatar vidas, ya que deben recorrer todo el balneario hasta encontrar a sus progenitores.

 

Subrayó que para la última temporada de verano, la gestión anterior del distrito de Pimentel, les apoyó con una carpa y cuatro serenos que se encargaban de cuidar a los pequeños que se perdían. Por ello, invocó al alcalde Jacinto Purizaca este año puedan trabajar con la misma colaboración. “Es importante, que por lo menos en cada mirador exista una carpa de Serenazgo, con una enfermera y un botiquín”, acotó.

 

Su principal objetivo para culminar satisfactoriamente el verano es no tener ninguna pérdida humana. De lo contrario, no habrá nada que celebrar en abril del 2020. Por ello “(…) siempre les aconsejo estar atentos a sus playas y no entretenerse en el celular. Si es así, al final todos vamos a aplaudirnos y festejar. Además, les digo que no esperen nada a cambio de la sociedad, porque existen algunas personas que ni siquiera agradecen, pero eso no importa porque lo más bonito del trabajo de un salvavidas es terminar su rutina sin ningún costo social”, contó el instructor de la Unidad de Salvataje de Chiclayo.

 

Mientras inicia la temporada, Castillo Julca, señala que a partir del domingo 15 de diciembre, sus días culminarán con el ocaso del sol. Antes de las 6:00 de la tarde tendrán que recorrer el malecón en sus cuatrimotos, para tocar su silbato, dando aviso que su jornada ha terminado. Por tanto, los bañistas deben evitar ingresar al agua o retirarse. Finalmente serán ellos quienes decidan lo mejor.