El alcalde provincial Marco Gasco Arrobas y la autoridad edil de Pomalca, Julio Lazo Pomares, se mostraron indignados por el cierre del complejo arqueológico Ventarrón, situado a 13 kilómetros al oeste de la ciudad de Chiclayo.
Cierre se da tras el siniestro que sufrió y que afecta el flujo diario de turistas en esta parte de la provincia de Chiclayo y el país en un recinto considerado cuna de la civilización del norte.
Los dos burgomaestres, acompañados por el representante del Ministerio de la Producción, Juan Yin Leug, visitaron el martes la zona arqueológica, encontrando que estaba cerrada.
Incómodos e indignados, Marcos Gasco y Julio Lazo Pomares junto al alto funcionario de la Producción, retornaron incómodos, comprometiéndose las autoridades a oficiar a la ministra de Cultura, Sonia Elizabeth Guillén Oneeglio, explicación de las razones del cierre de Ventarrón a varios años del incendio que sufrió e incluso dio pie a una investigación fiscal.
“Esto molesta, sobre todo, cuando se toma una decisión y no se hace pública; estoy seguro que al igual que yo muchos turistas también están sorprendidos”, comentó el alcalde Gasco Arrobas; quien hace poco fue informado que con un presupuesto de 700 mil soles el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Vivienda harán mejoras importantes en Ventarrón.
Ventarrón es un templo de 4.500 años de antigüedad que cuenta con pinturas murales, y los trabajos de investigación estaban a cargo del arqueólogo Ignacio Alva Meneses.
El año 2017, un incendio afectó vasijas de cerámicas y murales del sitio arqueológico, noticia que impactó en la región Lambayeque, el Perú y mundo.