El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC), con el apoyo del Ministerio de Cultura del Perú, realizó la ceremonia de Premiación “Innovación y Conocimientos Tradicionales para Lograr el Desarrollo Sostenible”, en la sede institucional del distrito limeño de San Borja.
La viceministra de Interculturalidad, Angela Acevedo, enfatizó que, en la actual coyuntura latinoamericana, se hace imperativo que la voz de la juventud indígena sea valorada para que el acceso a oportunidades se concrete en el beneficio de los pueblos indígenas.
“Gracias a ustedes, renovamos nuestro compromiso de trabajar para garantizar los derechos de los pueblos indígenas y generar sociedades más justas e inclusivas, para que todas y todos tengan las mismas oportunidades”, remarcó la representante del Ministerio de Cultura, durante el evento.
Entre los ganadores de este premio se encuentra la joven indígena wayuu de Colombia, Irene Katherine Jayariyu Ipuana, representante de la Cooperativa Multiactiva Artesanías Wayuu Siapana “Coarwas” quien logró el primer lugar, con la propuesta innovadora referida a la recuperación y uso del “kattoui”, una mochila utilizada para transportar alimentos, enseres, producción agrícola, entre otros rubros, elaborada con hilo reciclado de bolsas plásticas, la cual surge como alternativa de solución a la problemática de contaminación ambiental en la Comunidad wayuu Mapuain convertida en vertedero de desechos plásticos.
La iniciativa aporta a la implementación del derecho a practicar y revitalizar las tradiciones y culturas, como elementos de identidad del pueblo wayuu, debido a que impulsa la práctica no sólo de la técnica ancestral del tejido, isuttajaa, si no el uso de la Kattoui, bolso de mercar, como aporte del saber tradicional, al reciclaje y a la protección de la madre tierra.
El segundo lugar de este premio corresponde al proyecto “Semilla de agua”, presentado por el joven oaxaqueño de México, Francisco Reyna Lucero. Esta iniciativa se inició con la creación de un banco de semillas de flora regional (Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, México) con más de 45 especies y con la creación de un almácigo de semillas usando los diferentes tipos de tierra de la región para comparar el crecimiento y desarrollo de cada semilla.
Esta idea busca crear un espacio en donde se retomen los usos tradicionales de cultivo, donde se almacene y se germinen las semillas de las diferentes especies regionales, y donde se dignifique la labor de trabajar la tierra con agentes naturales, libres de pesticidas o agentes químicos, implementando el conocimiento tradicional de los hombres y mujeres del campo, creando abonos a partir de residuos orgánicos altos en calcio, potasio, hierro.