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Publicado el Miercoles, 11 de Diciembre del 2019

Víctimas indirectas de la violencia requieren ayuda

Niños, adultos mayores y personas con discapacidad pueden ser víctimas indirectas.
Las acciones de prevención y protección que realiza el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) en Lambayeque también están dirigidas a las víctimas indirectas de la violencia, tal es el caso de los niños, adultos mayores o personas con discapacidad a través de la estrategia “Te acompañamos”.
 
Así lo manifestó, el coordinador regional del Programa Nacional de Lucha Contra la Violencia, César Samamé Cornejo; quien precisó que el programa consiste en brindar atención a las personas que dependían de las víctimas directas de violencia.
 
El proyecto tiene la finalidad de articular con diversas entidades públicas las acciones establecidas en la actualización del “Protocolo Interinstitucional de Acción frente al feminicidio, tentativa de feminicidio y violencia de pareja de alto riesgo”.
 
Por ejemplo, se coordina con la Gerencia Regional de Educación (GRE) para identificar un lugar donde el menor (hijo) pueda ser acogido a fin de que no pierda el año escolar. De igual manera sucede con la Gerencia Regional de Salud, encargada de que los niños reciban una atención integral emocional.
 
Samamé Cornejo explicó que en Lambayeque a la fecha existen tres víctimas de feminicidio y seis casos de tentativas de feminicidio.
 
Según lo establece la resolución ministerial N°307-2018, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, tiene que articular y coordinar con los servicios de los órganos competentes la atención inmediata y eficaz de la población objetivo.
 
Asimismo, garantizar un soporte emocional primario, asimismo velar para que efectivicen las gestiones necesarias y se dicten las medidas inmediatas que restituyan, de ser necesario, el ejercicio de sus derechos.
 
El coordinador regional del programa, sostuvo que para identificar a las víctimas indirectas de violencia, también visitan las instituciones educativas y durante sus talleres están pendientes de las actitudes de los escolares.
 
Si observan a un menor morderse las uñas o cogerse las manos, intervienen para conocer si está atravesando por algún problema familiar o de otra índole, conversan con el director(a) del colegio para que reciba atención psicológica y un asistente social visita su hogar.
 
Por otro lado, precisó que de enero a setiembre se han atendido un promedio de 3117 casos en los Centros de Emergencia Mujer de la región, siendo los más frecuentes en Chiclayo, José Leonardo Ortiz, Olmos y las zonas alejadas al perímetro urbano.
 

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