Samyr Bazán, es bastante conocido en el diario, no solo por los artículos que ocasionalmente comparte con todos los lectores de este medio de comunicación, sino además, porque en 2018 publicó su primer libro sobre Eten; en aquella oportunidad nos habló sobre una de las comunidades más intrigantes de la costa norte del Perú, distrito donde se habló por última vez la lengua Muchic, y que despertó el interés a nivel nacional como fuera del país. En esta corta entrevista sin embargo, nos hablará de otro texto de carácter antropológico, o como los estudiosos lo llaman, una auto-etnografía, que tiene sus hechos entre el pueblo de Salas y la ciudad de Chiclayo del año 2015.
Hace como dos años que este chiclayano, vecino del barrio de Campodónico Nuevo, radica en Madrid, lugar desde donde nos escribe para contestarnos algunas preguntas, respecto a una obra que sin duda, al igual que su primer libro, levantará el interés de propios y extraños.
¿De qué trata la obra?
El libro es el relato en primera persona de un hecho vivido hace casi cinco años al interior del pueblo de Salas, lugar al que fui para seguir investigando el tema del curanderismo lambayecano. En el transcurso de mis viajes por pueblos y tras la figura de maestros o brujos que pudieran contribuir con sus explicaciones y prácticas (mesadas), llegué a contactarme con un curioso en el interior del poblado mencionado, con quien se pactó una ceremonia. El libro narra precisamente los hechos previos al ritual, el rito en sí, y los días después de llevarse a cabo. Si bien el texto comienza explicando un poco sobre esta realidad intangible (gentiles, encantos, sombras) poco a poco se va adentrando a lo personal del sujeto investigador, el cual comienza a presentar síntomas extraños, identificados con lo que se conoce como el síndrome de “daño”. El libro muestra la lucha del autor contra lo que él considera ser fuerzas externas que penetran en su vida durante la mesada; las cuales se van haciendo aún más terribles con el pasar de las horas y días.
¿Qué crees podría interesar al lector?
Pues el texto está repleto de sucesos insólitos ocurridos no solo al autor, sino también a otros personajes que se mencionan al interior de la obra. Para que te hagas una idea, en sus más de 170 páginas aparecen seres del mundo sobrenatural como los gentiles, o los encantos que yacen al interior de cerros o lagunas; batallas entre maestros; viajes por diferentes pueblos del departamento, como Chóchope, Mórrope, Oyotún, entre otros; sueños visionarios; la presencia de maleros y de sus objetos de poder; el saqueo de tumbas en busca de la cabeza de otros brujos; la presencia de una imagen de un santo poseso al quien se le atribuía un cierto animismo; entre muchos otros.
¿Por qué elegiste Salas?
Mi presencia allí fue un hecho casi fortuito. Yo había comenzado a estudiar el tema del chamanismo desde hacía algún tiempo atrás con ayuda de un maestrocurandero, vecino del pueblo joven López Albujar. El curandero se llamaba Alejandro, y falleció en 2014. Luego de su fallecimiento seguí indagando por otro maestro o maestra del cual aprender, y a futuro poder publicar un libro sobre estas prácticas de carácter ancestral. Lo fortuito viene ahora, mientras estaba en mi búsqueda de este “sanador(a)”, apareció el nombre de Santos Seminario, y fue gracias a él que pude entrar al mundo de los chunganeros saleños. Con su contacto logré ingresar “con todas las de la ley” a esa tierra poco explorada, hogar de brujos y encantos. Allá donde las sombras de los maestros se desprenden a voluntad de sanpedros.
¿Qué tiene que ver Santos Vera en la historia?
Pues la verdad no mucho. Lo que ocurre es que el maestro de quien comencé a aprender fue discípulo de Vera en Túcume, hasta que este falleció. Es por eso que en el libro se le menciona, pero todo en relación a la vida de Alejandro; y como, él, dejó su tierra natal para venir a la costa y aprender del famoso tucumano el oficio chamánico. Algo interesante es que se transcribe parte de los recuerdos de Alejandro, no solo en relación a su vida con Vera Sandoval, sino también con otros brujos y brujas de la región.
¿Quiénes te apoyaron?
En Busca del poder oculto no cuenta con el apoyo económico de nadie. En realidad era un relato que escribí como testimonio solo para mi círculo familiar, pero luego de darlo a leer a amigos antropólogos tanto en España y Estados Unidos, me animé a publicarlo. Es precisamente Douglas Sharon (Director (Ret) San Diego Museum of Man), quien tuvo a bien escribir el prólogo, en el cual diría él lo siguiente: “Esta narración es una vista interior al mundo oscuro del brujo contemporáneo en que se documenta los mecanismos psicodinámicos pertinentes. El texto se vuelve un tópico que pocos han podido captar en la literatura antropológica debido a la desconfianza y el miedo de las víctimas de este acto agresivo. Eso es un hecho que mi colega el Dr. Donald Joralemon y yo hemos descubierto durante nuestro seguimiento de 129 pacientes”.
Y no solamente él, sino también una amiga y antropóloga de la Universidad de Castilla-La Mancha; quien muy gentilmente leyó el borrador y quedó encantada con la historia. Ella diría: “El relato engancha por la parte biográfica pues está muy bien articulada en su narración, pero, sobre todo, por la riqueza descriptiva de los personajes-sujetos de estudio, así como todos los elementos tangibles e intangibles usados en la ritualística de “la mesada”, mezclando la realidad con lo onírico, como no puede ser menos tratándose del chamanismo”.
Todos estos amigos, así como el caso de Daniel Saenz More, han contribuido con consejos y palabras de aliento para llevar a buen puerto esta obra. Yo sinceramente estoy muy honrado por su participación.
¿El libro se presentará en Perú?
Por ahora el libro (en físico) se venderá únicamente en España, con el tiempo espero poder presentarlo y publicarlo en mi ciudad natal. Hasta entonces lo distribuiré por alguna plataforma digital, como libro electrónico por Amazon.
En la obra vemos que pasas de no creyente a un seguidor de Dios ¿por qué?
Es precisamente mi experiencia lo que me arrinconó en la búsqueda de un personaje al que yo veía como decorativo o sin darle la verdadera importancia en mi vida. Fueron mis actos los que me condujeron a un estado terrible, y fue precisamente la idea de Dios lo que me ayudó a superar todo lo que me estaba ocurriendo. El libro de alguna manera narra la búsqueda de un joven con espíritu de investigador, quien quería conocer, en aras de la ciencia, esa realidad, luego experimenté momentos que me hacían acercarme a ese otro mundo no como investigador, sino como un adepto aprendiz, entre querer y no querer ser curandero, y finalmente terminó ocurriendo todo lo contrario. Pero prefiero que el interesado conozca todos estos pormenores al leer el texto. Citando al profesor Sharon diré: “Por medio de esta obra, Samyr Bazán logra rendir un servicio al prójimo, trayendo luz a la oscuridad, no solo en el campo de la ciencia, sino además a las víctimas, sirviendo de guía e inspiración”.