Cari Shaya es una asociación sin fines de lucro, que inició en el 2017, a raíz del incremento de casos de violencia infantil que se registran en el núcleo familiar. Se estima que en la región Lambayeque, uno de cada mil menores de edad son víctimas y cerca del 65% son mujeres.
Por ello, es que Fernando Santos, Alejandro Horna y Melky Villar, decidieron atender a este sector de la población vulnerable. Fue con ese propósito, que surgió la casa infantil Shaya, una palabra quechua que significa “mujer que resurge de la adversidad”.
La cual está ubicada en el centro poblado de Saltur en el distrito de Zaña, donde, en estos momentos, se brinda apoyo a seis niñas que están en situación de desprotección familiar, pero el albergue tiene la capacidad para atender a 25 pequeñas.
Gracias a los socios fundadores y todas las personas e instituciones de buen corazón que se sumaron a esta labor, se acondicionó un espacio en el que las beneficiarias pueden desarrollar todas sus actividades con total seguridad. Además, cada una de ellas reciben atención personalizada, actividades de recreación y soporte, señaló Melky Villar, directora de la asociación.
Sostuvo, que trabajan de la mano de la Unidad de Protección Especializada que pertenece al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Asimismo, con el Ministerio Público a través de las fiscalías de las tres provincias. “Ambas entidades nos visitan periódicamente para ver el avance de los casos de las niñas”, agregó.
En tanto, el trabajo no queda ahí. Se necesita del apoyo de todos los pobladores para que este proyecto continúe creciendo y sobre todo, tenga sostenibilidad en el tiempo. “Pedimos a la comunidad chiclayana y empresarios que puedan ayudarnos. Recuerden que su colaboración puede ser reducida del impuesto de la renta. Del mismo modo, en el caso de las personas naturales que estén en la tercera y cuarta categoría”, acotó Melky Villar.
“Nadie elige donde nacer. Ellas (las menores) han sido víctimas de circunstancias duras, pero dependen de todos hacer algo diferente. Hacer que la tragedia que les pasó sea solo un recuerdo”, prosiguió.
Uno de los objetivos de Care Shaya es albergar a un promedio de 10 a 15 niñas durante este año y conseguir el financiamiento para cada una de sus necesidades. Además, lograr su recuperación y fortalecer su autoestima y confianza.