En el distrito porteño se estima que son 40 ciudadanos de nacionalidad venezolana que habitan y que si cometen alguna falta que provoque el desorden, serán expulsados.
“Entiendo que hay todo tipo de personas (buenas y malas), la oportunidad se le da a quien quiere hacer las cosas bien, pero si veo que en mi distrito hay quienes quieren hacer las cosas mal, tendrá que irse del distrito. No vamos a tolerar, que me hagan desmanes. Mi pueblo es uno de los más tranquilos y limpios, tratamos de mantener eso”, aseveró.
Señaló que a hace algunos meses, se registró una gresca entre peruanos y venezolanos, quienes estaban libando licor, situación que fue controlada y que espera no se repita.
El burgomaestre manifestó que en la entrada hacia el distrito hay un albergue, donde viven y se les presta la ayuda a las familias venezolanas, y con el encargado de este proyecto ha conversado, indicándole que analizará si correspondía ayudarlos y dejar que se queden en el distrito, puesto que hay un psicosocial contra los venezolanos.
“Cuando dicen venezolano, inmediatamente lo relacionan con persona de mal vivir o delincuente, pero no todos son así, hay personas buenas que quieren mejorar su situación y a ellos si se les apoyará, siempre y cuando respeten la tranquilidad de Puerto Eten”, expresó.
La autoridad edil refirió que Serenazgo está implementado con 10 serenos y 3 motos lineales, pero no cuentan con cámaras de vigilancia. En la comisaría hay 20 policías, quienes laboran en turnos.
Los delitos que se cometen son robos, pero según la autoridad, en el último reporte del Comité Distrital de Seguridad Ciudadana del mes anterior, no se registró caso alguno.