El historiador e hispanista Gabriel Jackson murió a los 98 años de edad en Ashland, Oregón. Jackson era una autoridad en la Segunda República Española y la Guerra Civil y vivió durante más de 25 años en Barcelona. Su libro Spanish Republic and the Civil War (La República española y la guerra civil, hoy editado por Crítica), publicado en inglés 1965, se convirtió rápidamente en un clásico pese a estar prohibido por el franquismo.
Desde aquel momento, la Guerra Civil se convirtió en una de sus grandes pasiones. Años después recaló en España con una beca Fulbright. Discípulo de Jaume Vicens Vives y Pierre Vilard, en los 50 regresó a EEUU junto a su mujer, donde sufrió la persecución por parte del marcatismo. Tras vagar por diferentes universidades encontró un trabajo en la Universidad de la Jolla, en California. Tras su jubilación en 1983 se mudó a Barcelona y en 2005 adquirió la nacionalidad española.
Para el historiador y profesor de la UOC Jaume Claret, Jackson formó junto a Hugh Thomas y Herbert Southworth el trío de historiadores que en los años 60 cambió la historiografía española. Hasta entonces, la historia estaba marcada por dos corrientes: la oficial propagandística y la testimonial de George Orwell y Ernest Hemingway. “Jackon fue de los primeros en elaborar una historia de manera profesional y creó un binomio inseparable entre la Segunda República y la guerra”, explica Claret.
Su Spanish Republic and the Civil War causó un profundo impacto en España, a donde llegó de contrabando, en ediciones mexicanas y francesas de Ruedo Ibérico. Tanto es así, explica Claret, que el ministro Manuel Fraga y Ricardo de la Cierva reaccionaron impulsando “obras historiográficas para dar respuesta a su influencia, obras que reactualizaron el mito de la cruzada, inaugurando el género del revisionismo”.
Según Claret, el gran objetivo de Jackon, con un posicionamiento ideológico cercano a la izquierda, fue siempre el de establecer “una genealogía regeneracionista”.