Cultura
Publicado el Martes, 07 de Julio del 2020

Shakespeare «asesinó» a cientos de personajes

William Shakespeare, destacó en las letras y por su conocimiento científico.
El dramaturgo inglés estaba muy atento a los avances médicos y anatómicos para incluirlos en sus obras
 
En sus 37 obras teatrales, William Shakespeare mató a 250 personajes de múltiples y precisas maneras. El dramaturgo no solo es uno de los mayores genios de la historia de las letras sino que, además, destacaba también por el conocimiento científico que aplicaba en las variadas formas de «asesinar» a sus personajes.
 
Y es que, según apunta la química y divulgadora Kathryn Harkup, y recoge la BBC, hay una enorme cantidad de referencias y notable detalle de los aspectos concernientes a la ciencia de la salud, tanto física como mental.
 
Un ejemplo que pone esta investigadora es el monólogo del conde de Warwick en «Enrique VI», en donde se describe los cambios de color y la lívidez del duque de Gloucester, que ha sido hallado muerto en su cama y, según profundiza en su descripción, indica que pudo ser asfixiado (la barba de la víctima, normalmente «bien proporcionada», está desarreglada «como un cultivo de maíz arrasado por una tempestad»).
 
Ocurre que incluso el bardo de Stratford se puede «adelantar» a los avances científicos. Como cuando escribe en «Julio César» lo de que «tú eres mi esposa y honorable, tan querida como las gotas encarnadas que llegan a mi triste corazón», explica la investigadora, dato interesante pues la teoría de la circulación de la sangre fue descubierta 12 años después.
 
Pero, sobre todo, Shakespeare solía hacer morir a sus personajes a través de heridas con armas afiladas, siendo experto en la variedad de daños que estos artefactos pueden causar en el cuerpo humano. En «La violación de Lucrecia», narra perfectamente cómo cambia la sangre («a borbotones, se divide en dos lentas corrientes carmesí, que encierran a su cuerpo en un círculo igual a una isla asaltada, que se extiende desnuda y despoblada en medio de horrenda inundación») hasta llegar a coagularse.
 
 

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