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Publicado el Viernes, 01 de Noviembre del 2019

Grave atentado en la reserva arqueológica de Apurlec

Más del 30% de este complejo arqueológico ha sido dañado en los últimos años

 El Complejo Arqueológico de Apurlec fue víctima de un nuevo y brutal atentado, con descomunal ensañamiento, que ha destruido una importante pirámide. Y que se constituye como una de las peores destrucciones de un monumento de este tipo producido en los últimos tiempos. El director del Museo Brüning, Carlos Wester La Torre, demanda a las autoridades sanciones penales para los responsables.

Tras la denuncia de destrucción de uno de los monumentos de la Reserva Arqueológica de Apurlec, en el sector Anchovira (kilómetro 48.7), los arqueólogos del Museo Arqueológico Nacional Brüning, acudieron al lugar para constatar los daños que se habrían producido en el interior del fundo Saavedra, de propiedad de la sucesión del difunto excongresista Gerardo Saavedra Mesones.

Según Carlos Wester La Torre, director del museo lambayecano, el administrador del fundo mencionado, Manuel Antonio Muro Guillén, permitió el acceso al sitio afectado, y mencionó que para él también fue una “sorpresa” constatar días atrás la dramática destrucción del monumento arqueológico.

Se trata de una pirámide de adobe y tierra que pudo tener 80 metros en su base y 10 metros de altura, y que ha sido totalmente destruida con maquinaria pesada, y presa de un ensañamiento total, pues los destructores no contentos con haber destruido el núcleo de su volumen piramidal, han perforado unos diez metros en el subsuelo, con clara intención de profanar los potenciales “tesoros” que supusieron encontrar.

Carlos Wester La Torre indica que el administrador del fundo, Muro Guillén, narró que hace un mes atrás advirtió a un supuesto personal del Ministerio de Agricultura, en una camioneta pick up color blanco, que se encontraba por el lugar tratando de ejecutar una obra de defensa ribereña en el área colindante del cauce del río Motupe, que consistía en el empedrado y relleno del cauce.

A fin de constatar los daños, se ha realizado la intervención con la Policía de la ciudad de Motupe y el área de Asesoría Legal de la Municipalidad Distrital de Motupe, levantándose un acta de Constatación Policial, con el fin de iniciar las acciones legales pertinentes, y se pueda dar con los responsables de este grave atentado, que deben ser sancionados con todo el peso de la ley.

“Viene un seguidilla de atentados que cada vez se hacen más frecuentes. En lo que va del año es la quinta oportunidad que se produce un atentado de esta magnitud a un monumento arqueológico en reserva de Apurlec”, señala Carlos Wester.

Se estima que para perforar el monumento arqueológico, como se muestra en las fotos, seha tenido que trabajar por lo menos unos dos días, pero lo lamentable, es que a pesar de estar a pocos metros de la carretera y dentro de una propiedad privada nadie vio o escuchó el ruido de las máquinas que dañaron este monumento.

“Ahí hay una clara intención de destruir el monumento. Además, se sabe que es una zona arqueológica, que es una huaca. (Y se ha destruido) con una máquina. Y una máquina no es gratis. Alguien tiene que financiar la máquina, el operador y el combustible”, precisa el arqueólogo.

Apurlec, es un complejo de casi 12 mil hectáreas, que tiene una Resolución Directoral Nacional Nº239-INC., del 24 de julio de 1996. Y en el conjunto de las 12 mil hectáreas, el centro es el Cerro Apurlec. Y en el entorno hay una zona monumental de casi 20 edificios, entre plataformas, estructuras y sistemas de riesgo, todo un complejo comparable a Túcume, pero por el abandono y la afectación permanente se encuentra con una ocupación de grupos humanos y ampliación de frontera agrícola que la han ido diezmando.

Se estima que en los últimos años más del 30% de este importante complejo arqueológico ha sido destruido por la mano del hombre. Pero a pesar de los daños provocados a estas zonas protegidas por el Estado, la justicia lambayecana no ha sido capaz de sancionar ejemplarmente a los responsables, lo que provoca, que cada vez, más monumentos sigan siendo dañados y profanados.

PENA EFECTIVA

“A este ritmo vamos a terminar sin monumentos. (Los responsables) necesitan pena de cárcel, porque la ley lo establece así. Porque la ley establece que debe haber una sanción penal. (Pero también), necesitan una reparación civil a los daños que se han ejecutado, porque si la persona va a la cárcel tampoco nos va a devolver el estado del monumento. Me refiero a una sanción pecuniaria, que debería aplicarse. Estamos de acuerdo que no debería aplicarse la penalización de todo, pero sí debe haber una sanción por este tipo de atentado”, manifiesta Wester La Torre.

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