La esperanza de los pobres en salud es el Seguro Integral de Salud (SIS), ya que EsSalud es para aquellos que tienen trabajo; sin embargo, el hecho que no haya abastecimiento de medicamentos en los hospitales y centros de salud del SIS es preocupante.
Dijo que esto puede deberse a diversos factores, entre ellos la burocracia, pero que según remarcó, viene desde Lima. No obstante, afirmó que en primer lugar lo que falta es gestión y liderazgo de los funcionarios. “Tiene que haber liderazgos, una coordinación entre Salud, Gobierno Regional, congresistas, en fin, entre los representantes de cada sector”, precisó.
Agregó que la primera traba incluso es pedir documentos a los pacientes que llegan por emergencia, quienes deben llenar fichas a pesar de sus padecimientos. “Cómo cubrimos los problemas diarios de emergencia, hay tratamientos que pueden quizá esperar, pero hay enfermedades crónicas, como la diabetes e hipertensión, solo por poner ejemplos, que no esperan que haya abastecimiento”, lamentó.
“Luchar contra la pobreza es mirar a los pobres y sus angustias. El mismo Ministerio de Salud no tiene profesionales farmacéuticos que estén atentos a este problema”, opinó y dijo que la gestión es lograr que les hagan caso; “si no hay liderazgo vamos a tener lo mismo cada día”, recalcó.
Asimismo, indicó que la atención se ha vuelto un mal generalizado, pero es un compromiso ético y moral contra la pobreza.
Montenegro Serquén informó que hay un 21 por ciento de pobreza en Lambayeque, a lo que se agrega un 30 por ciento más, que son considerados en estado de vulnerabilidad, de un universo de más de un millón de personas que constituye la población lambayecana.
Dijo que se han ido sincerando las cifras, identificando un mayor número a través de la articulación de proyectos y presupuestos por resultados.
Resaltó que como Mesa de Concertación su objetivo es proponer la agenda para que determinados ministerios y sectores, atiendan los problemas de la población en pobreza, es decir, contribuir a dar prioridad a proyectos importantes y no la simple ejecución de canchas de fulbito u otras obras intrascendentes.
Lamentó que lo mejor de cada distrito salga a la ciudad, generando informalidad, porque no existe un adecuado ordenamiento territorial.
Expectativas en el nuevo Congreso
“El Congreso que hemos tenido ha sido una vergüenza, cualquiera va a ser mejor que el que se va; es un mal ejemplo para los nuevos políticos o jóvenes que quieren hacer política, me alegra la cuestión de confianza que terminó en el cierre por culpa de ellos mismos”, opinó.
Resaltó que un 80 por ciento quiere un nuevo congreso y hay que empezar a estudiar a los posibles candidatos, ver qué han hecho, su hoja de vida y sobre todo sus valores, pues hay que saber elegir.
Remarcó que el Parlamento a elegirse en enero próximo es una transición para completar el periodo. “La gente va a empezar a entrenarse para que las nuevas elecciones sean mejores”, puntualizó.