En la región Lambayeque, el cáncer de mama, piel y cuello uterino son los que lideran, a diferente al año 2018.

A nivel nacional, las estadísticas indican que en el caso de las mujeres se registra el cáncer de mama, cuello uterino y en varones, próstata y estómago. En menor frecuencia se registran tiroides y mama en varones.

Los casos se presentan en personas adultas, pero también están apareciendo casos de leucemia en niños.

La coordinadora regional del Cáncer y programa de control, Juana Rosa Benites Silva, refirió que para este año se designó un presupuesto de 25 millones de soles que deben ser utilizados en la prevención en todas las unidades ejecutoras.

“Desde el 2003 existe el programa de prevención y control de cáncer, el 2007 se quiso descentralizar el problema porque mayormente todos los pacientes iban a Lima y en el 2010 funciona el programa de prevención en las regiones con el Plan Esperanza”, expresó.

La funcionaria explicó que el presupuesto se reparte a las unidades ejecutoras y a la vez deben hacerlo con los 280 establecimientos de salud, se utiliza para la logística, insumos, necesidad de personal, entre otros servicios.

“Nos interesa que se realice el tamizaje para una prevención o el tratamiento oportuno. En los consultorios de despistaje de cáncer se realiza la prevención y se cumple con la atención integral de salud”, aseveró.

La cultura de prevención y la alimentación son muy importantes en la población, con ello se lograría aminorar los índices de esta enfermedad. El cáncer se puede prevenir adoptando estilos de vida saludables como controlar el peso y practicar actividad física, consumir frutas y vegetales ricos en fibra, controlar el consumo de alimentos salados o ahumados, grasas de origen animal, carnes rojas y productos procesados. Del mismo modo, se debe evitar fumar y consumir alcohol.

Existen vacunas que pueden prevenir algunos tipos de cáncer como la vacuna contra la Hepatitis B; que previene del cáncer de hígado y la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano, que se aplica en dos dosis a niñas entre 9 y 13 años; para prevenir el cáncer de cuello uterino.