La parte exterior de la tribuna de occidente del estadio Carlos Castañeda Iparraguirre en José Leonardo Ortiz (JLO), ubicado en el pueblo joven Luján (aunque otros vecinos dicen que es en el P.J. Barsallo), se ha convertido en la guarida “perfecta” para personas de mal vivir. El hedor ha complementado un panorama propicio para el consumo de drogas y la instalación de indigentes; que conviven a vista y paciencia de las decenas de niños que los fines de semana llegan a este recinto para practicar deporte.

“En sesión de concejo invoqué al alcalde, para que se pueda recuperar esos espacios, los que pueden ser usados por las ‘cajamarquinas’ que llegan cada lunes a ofrecer sus productos (…). El pedido está desde abril, pero hasta ahora siguen dándole a la delincuencia la facilidad de poder hacer de las suyas en un sector que ya aqueja un grave problema de seguridad ciudadana”, expresó el concejal.

“Es necesario rescatar esa parte del estadio de las manos de la inseguridad, realizando operativos en conjunto con otras instituciones como la Policía Nacional. Los patrullajes permitirán que los exteriores sean seguros para los niños que, como se ha visto, llegan y salen todas las mañanas a este complejo deportivo. Definitivamente, se ha convertido en una zona crítica que debe ser atendida”, añadió.

Muchos de los cuartos que se han ‘habilitado’ en la parte baja de las tribunas muestran los restos de la presencia constante de personas de mal vivir. Inclusive, en una de estas habitaciones se pudo observar un sofá que trataría de dar el aspecto de una ‘sala’, secundado por una cortina que divide el espacio donde aparentemente viven de manera permanente un grupo de extranjeros.

“Insistiré en que tanto el alcalde como los funcionarios brinden a las personas que a diario circulan por ahí, la seguridad que se merecen (…). Tenemos que recuperarlo, no hay otra opción. De mi parte, alcanzaré un informe sobre la situación en los exteriores del estadio, para que se tenga de forma documentada el pedido”, finalizó.