El ministro de Cultura, Luis Jaime Castillo Butters, informó que la Corte Superior de Justicia del Cusco, declaró infundada la demanda presentada por la familia Abrill, que por años aseguró ser dueña de Machu Picchu y del terreno en el que los incas construyeron la ciudadela.
Precisó que al igual que este litigio hubo otros, los cuales se extendieron por años, como el caso de la familia Zavaleta. “Estos litigios que se dieron en el Cusco eran una suerte de espada de Damocles para el Estado Peruano, pero este dictamen es contundente y pone fin a cualquier duda sobre esta ciudadela considerada como una de las maravillas del mundo moderno.
Es importante recordar que el problema surge en el año 2003 cuando Roxana Abrill, interpuso una demanda de reivindicación de la propiedad contra el Estado Peruano para que le devuelvan el terreno, el cual argumentaba había sido de propiedad de sus familiares. Este terreno está ubicado en el sureño Cusco.