La situación que vive la construcción en nuestra región sigue generando que cada día más obreros se queden sin trabajo. Así lo indicó Miguel Díaz Navidad, secretario regional del Sindicato Unitario de Construcción Civil de Lambayeque; quien enfatizó que en la actualidad, de más de 20 mil agremiados, solo cuatro mil cuentan con un puesto estable en el rubro, con los beneficios de ley correspondientes.
“La realidad de la región Lambayeque en lo referente a Construcción Civil es de una fuerte recesión que viene arrastrando desde un largo periodo de tiempo. Exactamente, hace cuatro años que no se ven obras de importancia por parte del Gobierno Central de turno y, obviamente, ha perjudicado a un importante grupo de los 20 mil trabajadores en la industria de la construcción en la región”, declaró.
“Tenemos el registro que son solo cuatro mil los obreros, de estos 20 mil, que están trabajando, por ahora. Es decir, hay casi 16 mil personas que no están trabajando y otros se están ‘cachueleando’ en diferentes cosas (…). A eso le sumamos el ingreso de los trabajadores extranjeros, especialmente venezolanos, que por salarios más bajos están ofertándose dentro de las pocas obras de inversión que se ejecutan”, manifestó.
Según Díaz Navidad, es la provincia de Ferreñafe la que presenta los índices más ínfimos de inversión pública y, consecuentemente, de empleabilidad de obreros. “Ferreñafe tiene poca actividad en las obras de construcción. Las obras que se dan no alcanzan para cubrir la demanda que existe en el sector”, remarcó.
El dirigente sindical sostuvo que es necesario que el Ejecutivo, mediante entidades como el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) pueda acelerar el inicio de importantes inversiones. “Una de las alternativas es que el Gobierno tome la iniciativa de reactivar la industria de la construcción con proyectos como el Terminal Portuario, represa La Calzada, y la segunda parte de la Nueva Ciudad de Olmos”, subrayó.
‘CUPOS’
Díaz Navidad, no pudo dejar de referirse con respecto a los popularmente conocidos “cupos” en el rubro de la construcción civil, dádivas que han generado más de un conflicto entre obreros y empresarios.
“Con la implementación de la Ley 1187, se generó una fuerte baja para los extorsionadores, que iban y cobraban cupos en las obras de construcción civil, pero ahí hay una labor de la Policía Nacional que ha dejado de hacer, y ahora son los empresarios; quienes usan a esta gente con la finalidad de no pagar beneficios sociales a los trabajadores y eso termina perjudicando a un sector de trabajadores”, finalizó.
