Según indicó el secretario de defensa del Sindicato de Trabajadores No Docentes de la Universidad Particular de Chiclayo (UDCh), Alfredo Gómez Silva, serían al menos 120 los administrativos que, literalmente, se quedarían en la calle al cierre de la mencionada casa de estudios, tras no cumplir con los parámetros educativos establecidos por la Superintendencia Nacional de Educación Superior (Sunedu).
“Afiliados (al sindicato) somos 61 personas en total, aparte existen administrativos de confianza, que son un aproximado de 70…, son alrededor de 120 trabajadores. Todos ellos se quedarían sin trabajo en estos dos años (que tiene la UDCh para finalizar labores). No tenemos ninguna opción luego que se cierre; la ley solo contempla (beneficios) a los alumnos. Es más, con la edad que tenemos, es más difícil encontrar trabajo”, declaró.
“Veremos qué es lo que podemos hacer (luego del cierre de la universidad), porque todavía tenemos familia que mantener. La ley (de licenciamiento universitario) no ha contemplado protección para el trabajador administrativo que se verá perjudicado”, agregó el dirigente, quien, de forma, seguida hizo una revelación más alarmante.
REPOSICIÓN
Y es que Gómez Silva indicó que el pasado febrero fueron cerca de 50 los administrativos que fueron despedidos, según precisaron, arbitrariamente. El representante de los trabajadores no docentes detalló que actualmente ya vienen siendo, poco a poco, repuestos judicialmente, pero la noticia del fin de labores académicas de la UDCh ha generado un nuevo problema en este sector del recurso humano.
“Nos despidieron por decir la verdad prácticamente, con respecto a que ese señor rector no estaba interesado en cumplir con las condiciones básicas (requeridas por Sunedu). Se despidió a los 50 afiliados que habíamos firmado el documento de llamada de atención (…). Los procesos legales de reposición están devolviendo a cada uno a sus puestos, que de seguro en este año se completará”, aseveró.
LIQUIDACIÓN
Sobre sus beneficios como trabajadores al cierre de la UDCh, Gómez Silva refirió que a los 50 despedidos ya se les dio su liquidación, obviamente, pero a los cerca de 70 que aún laboran en la universidad se desconoce su situación, pues advierten que podría haber inconvenientes.