Diferentes delegaciones eclesiásticas de la Macrorregión Norte se congregaron esta semana en Chiclayo para analizar la encíclica “Laudato sí”, que escribió el papa Francisco hace cuatro años y habla sobre el compromiso que debe asumir la humanidad para cuidar y preservar la casa común.
“Este encuentro nos ha permitido analizar la situación de nuestras localidades y reflexionar sobre los daños ecológicos que se están registrando. Por ejemplo, la contaminación del agua, la explotación desmedida de los bosques, el mal manejo de los residuos sólidos, etc. Todas estas, son realidades que afectan la vida de nuestros pueblos”, indicó monseñor Jorge Izaguirre, presidente de la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS).
ACCIONES
Mencionó, que la Iglesia Católica está comprometida con el medio ambiente, desde que Su Santidad dio la voz de alerta, diciendo que la crisis ecológica está muy unida a la crisis social; es decir; el daño que generamos al medio ambiente es un daño que afecta a la vida de los más vulnerables. Por ello, es necesaria su intervención.
En ese sentido, están llevando a cabo acciones concretas. Existen esfuerzos en las diferentes iglesias locales y en la pastoral social. “Por ejemplo, hemos sembrado cientos de árboles para hacer frente a la deforestación”. Todos tenemos la responsabilidad de cuidar y proteger la naturaleza y prepararla para las nuevas generaciones, sostuvo monseñor.
“¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? Esta pregunta no afecta solo el ambiente de manera aislada, porque no se puede plantear la cuestión de modo fragmentario. Cuando nos interrogamos por el mundo que queremos dejar, entendemos sobre todo su orientación general, su sentido, sus valores. Si no está latiendo esta pregunta de fondo, no creo que nuestras preocupaciones ecológicas puedan lograr efectos importantes”, se lee en el centro de “Laudato si”.
PREVENCIÓN
Jorge Izaguirre, enfatizó que los adultos y personas de la tercera edad tienen que plantearse la interrogante que escribió el papa Francisco y poner empeño para cuidar el entorno donde viven. Asimismo, los niños y jóvenes tienen que recibir una educación que les permita cambiar de estilo de vida, producción y consumo, con el que puedan “crear un sistema normativo que […] asegure la protección de los ecosistemas”, como menciona la encíclica.
En tanto, los gobiernos tienen que tomar en serio el cuidado de la casa común, pues no es un tema menor, es gravitante y afecta a todos. “Las autoridades se deben al pueblo. Por ello, tienen que estar atentas a sus necesidades y siempre buscar el bien común”, agregó el presidente de la CEAS.
CONCLUSIONES
En este encuentro, los representantes de la iglesia, acordaron trabajar de manera coordinada para unir esfuerzos y continuar creando una cultura ambiental. “No podemos vivir indiferentes a estas realidades […] porque el cristiano es un hombre de acción que busca intervenir en la transformación social”, finalizó monseñor Jorge Izaguirre.