Si la situación de los enfermeros que trabajan en la ciudad es difícil, la realidad de aquellos que se encuentran en la zona rural se multiplica. Por ello, Liliana La Rosa Huertas, decana nacional del Colegio de Enfermeros, en diálogo con La Industria, planteó estrategias prioritarias, esperando que el Gobierno Regional de Lambayeque las pueda considerar.
La titular de la orden, mencionó que la capacidad resolutiva de los servicios de salud de las zonas altoandinas no es eficiente, porque el número de profesionales no abastece al total de la población, así como los recursos materiales (medicamentos, camillas, equipos, etc.) son escasos.
Además, La Rosa Huertas, subrayó que son los jóvenes que terminan su carrera, los que postulan al Servicio Urbano Rural Marginal de Salud (SERUMS), pues quieren ayudar a las personas más vulnerables, pero tienen poca experiencia y no reciben la supervisión y acompañamiento de los profesionales idóneos.
Los enfermeros deben estar pendientes del mantenimiento de las vacunas y de la provisión de medicamentos. En algunas oportunidades, tienen a su cargo un promedio de 17 programas y el tiempo no les alcanza para salir a los centros poblados o caseríos. Por eso, urge una mejora inmediata a esta problemática, indicó la decana nacional.
ESTRATEGIAS
En ese sentido, Liliana La Rosa, precisó ser consiente que el sector Salud está en crisis. Por ende, el presidente Martín Vizcarra y los gobernadores regionales, tal es el caso de Anselmo Lozano, deben empezar por solucionar el primer nivel de atención; es decir; todos las postas médicas que tienen la categoría I – 1, deben pasar a estar en manos de un grupo de cuatro enfermeras y un médico.
De esta manera, los pacientes, que por ejemplo, necesitan la intervención de una cirugía menor, no tengan la necesidad de acudir a los hospitales de segunda o tercera categoría, sino sean atendidos en su jurisdicción. Para ello, es necesario el equipamiento de los establecimientos de salud, argumentó.
Asimismo, la representante del Colegio de Enfermeros del Perú, propuso humanizar los servicios de emergencia y contratar a un mayor número de profesionales, porque se estima que en el Perú, por cada diez mil habitantes trabajan 21 enfermeros, cuando el estándar indica que deben ser 89 por el número mencionado de la población.
La Rosa Huertas, refirió la necesidad de extender los SERUMS con incentivos. De esta manera, los jóvenes puedan adaptarse a la zona rural donde fueron enviados y contribuir a la mejora de la salud de los pobladores. Además, los que decidan quedarse por el tiempo de tres años, tengan la facilidad de ingresar directamente a la residencia de especialización en el sector público.
“La región tiene la posibilidad de normar y cambiar esta situación, depende de la voluntad política del gobernador. Si prioriza la salud, tiene que iniciar por el primer nivel de atención”, finalizó la decana.