La noche del miércoles, Pomalca se enlutó por la muerte de Pedro Vidalón Mercado, un sacerdote luchador y comprometido con la paz en la problemática social, un líder que no solo se destacó por los increíbles temas musicales que compuso sino por su humildad y llegada a los niños y jóvenes.
Pedro Delfín nació en La Oroya el 18 de enero de 1943 y tuvo cuatro hermanos, Olimpia, Francisco, Nazario y Carmen.
Su cercanía a Dios era sinónimo de estar junto al pueblo, es por ello que no abandonó la parroquia hasta ayer que fue sepultado en el cementerio de Pomalca. Fue párroco de este distrito azucarero desde el 27 de junio de 1973 en que monseñor Ignacio María de Orbegozo y Gooicoechea creó la arroquia con el nombre de “María del Perpetuo Socorro”, en la que ha sido párroco hasta el día de su fallecimiento.
Debido a su enfermedad, la Diócesis intentó que deje de cumplir con su labor y que repose, pero nunca lo aceptó y fiel a su estilo dijo que “solo me podrán sacar de la parroquia en un ataúd”. Y así sucedió, salió en un ataúd decorado de hermosas flores y de cánticos reproducidos no solo por los fieles creyentes sino por el coro de niños y jóvenes que él mismo conformó.
“Haber trabajado con el padre ha sido un seguir a Cristo, con su predicación y enseñanzas y nos ha conducido a ser una comunidad que viva cada día la Eucaristía, por eso estamos entristecidos y lloramos su muerte”, dijo Gustavo Cumpa, integrante de la comunidad parroquial.
Fue un destacado músico, y desarrolló su talento siendo autor de la música del Himno a la Diócesis de Chiclayo, Himno a la Gran Misión, autor del Himno a la Cooperativa de Pomalca, Jayanca, Utcubamba, Motupe, entre otras composiciones.
En su vida religiosa, fue presidente del Consejo Presbiteral en varios trienos, miembro del Consejo de Consultores por seis años, profesor de Sagrada Escritura y música en el Seminario de Chiclayo. Así como profesor del Instituto Superior Pedagógico “Santo Toribio de Mogrovejo”, asesor Diocesano de las Hermandades del Señor de los Milagros, representante del Obispado de Chiclayo ante la Empresa Agroindustrial Pomalca por el Convenio Suscrito, Arcipreste de la Zona Pastoral Este y Sierra por seis años, Miembro del Consejo del Santuario “Nuestra Señora de la Paz” por seis años.
Son generaciones de personas quienes han recibido los santos sacramentos como el bautizo, primera comunicación, confirmación y matrimonio, su trabajo pastoral no solo fue en el mismo distrito sino en las capillas de sus centros poblados.
“Era muy sensible ante las necesidades de los pueblos. La semilla que él ha derramado con sus sabios consejos, conversaciones en las homilías, más que un consejo es un compromiso que les queda al pueblo de Pomalca, hacer brotar ese consejo a estas nuevas generaciones, que están muy vulnerables por diversas situaciones”, expresó el Fray Alfredo Perales, quien ofició una misa en honor del párroco.
Pedro Vidalón fue llamado por el Señor, el 31 de julio. Falleció en el hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, luego de una larga enfermedad. Los pomalqueños ganaron un ángel que los cubre con sus alas.