El nuevo fichaje del Barcelona, Frenkie de Jong, pisó por primera vez el Camp Nou en medio de una gran expectativa y, en una nueva tarde calurosa en Cataluña, cerca de 20 mil espectadores le aguardaban en las gradas del estadio azulgrana para recibirlo con honores. Se vienen tiempos mejores.
El holandés, recién llegado del Ajax de Amsterdam y llamado a liderar la vuelta al estilo más puro del Barza (adquirido con Cruyff), no defraudó a los seguidores. A las siete en punto de la tarde (12:00 p.m. – hora peruana), después de firmar su contrato en el palco presidencial junto al presidente Josep Maria Bartomeu, asomó por el túnel de vestuarios del estadio del club catalán con una sonrisa de oreja a oreja.
El centrocampista no tardó en hacer vibrar a los aficionados. Saludó al público dando toques al balón en el aire, mientras todavía resonaba en el Camp Nou el himno azulgrana. De Jong, que lució una camiseta sin número, estuvo casi veinte minutos sobre el césped. No le pesaron los más de treinta grados que marcaban los termómetros de la capital catalana.
El acto finalizó con el protocolario lanzamiento de balones a la grada. El exfutbolista del Ajax estuvo un buen rato firmando esféricos y pateándolos a un público que seguía encendido. Todavía a pie de campo, De Jong pronunció sus primeras palabras tras pisar por vez primera la hierba del Camp Nou. “Hola a todos. Gracias por estar aquí y ¡Visca el Barza!”, dijo De Jong en un perfecto castellano.
Ya en inglés, el holandés aseguró estar impresionado por su recibimiento y destacó el “orgullo” que sintió al verse por primera vez enfundado con la camiseta del Barcelona. Frenkie de Jong, cuyo círculo íntimo presenció el acto desde el banquillo visitante, se paró a hacerse unas fotografías y firmar autógrafos junto a un grupo de personas discapacitadas justo antes de dar su primera conferencia de prensa como ‘culé’.