La biblioteca municipal de Ciudad Eten viene promoviendo la lectura en los niños de esta zona, a través del programa ‘Lectura en Voz Alta’, que además involucra a los padres de familia. Si bien la biblioteca cuenta con bibliografía literaria, se requiere material para ciencias.
La biblioteca municipal de Ciudad Eten tiene aproximadamente 47 años, si bien antes estaba en un local alquilado, hoy, gracias a las gestiones municipales anteriores, se ha logrado que sea instalada en la casa donde habitó el ilustre matemático Pedro Ruiz Gallo.
En este lugar se ha formado el Club de la Biblioteca, una iniciativa que viene dando resultados porque motiva la participación de los niños de la localidad. Se la logrado integrar a 178 participantes de 3 a 5 años de edad. Y 64 niños entre los 9 y 12 años. Aunque, desde hace dos años, se ha puesto en marcha el programa Lectura en Voz Alta.
“Donde participan los padres y los niños. Se han encontrado más aliados en lo que es fomento de la lectura, porque estamos inscritos en el Ministerio de Cultura con un código y el año 2018 ganamos la meta establecida”, señala la directora de la biblioteca Pedro Ruiz Gallo, Dora Jinez Calderón.
Precisamente el cumplir las metas permitió que la responsable de la biblioteca participe de una capacitación con literatos extranjeros en Lima, llevando a que dicho aprendizaje se replique en los colegios de Ciudad Eten, y así lograr que el cuadro estadístico de niños participantes de los programas de lectura aumente, contando para ello con el apoyo de los docentes.
“Contamos con 20 docentes inscritos que participan en el fomento de lectura, ellos apoyan dentro de sus horarios de trabajo y también fuera de él. En las tardes se trabaja con instituciones educativas que no pertenecen al Club de la Biblioteca”, señala Dora Jinez.
Asimismo, para este años se está incluyendo el programa de Lectura Comunitaria todos los viernes del mes. Donde se tiene aliados de los Cetpros y centros de estimulación temprana, que involucra a 40 mamás.
Lectores
Donde sí falta promover mayor participación es en los jóvenes universitarios, quienes debido a la falta de bibliografía de ciencias prefieren acudir a otras bibliotecas de Chiclayo o de las universidades.
Actualmente la biblioteca cuenta con 4,571 libros, pero la mayoría corresponde a literatura infantil.