Después del incendio forestal que se registró el año pasado en el Santuario Histórico Bosque de Pómac (SHBP) que destruyó 222 hectáreas, se está llevando a cabo un plan de recuperación de las áreas afectadas.
Según indicó Shirley Bernabé Orellano, responsable del área protegida, las lluvias de este año han permitido que la regeneración del bosque sea de un 40%, siendo las mismas plantas calcinadas las que han rebrotado.
Asimismo, al tener el SHBP la mayor cantidad de aves, estas ayudan a la dispersión de las semillas, las cuales son arrojadas al suelo y se regeneran de forma natural por los periodos de lluvias cíclicas.
Entre las estrategias para mejorar el suelo compactado que existe en la zona norte, las herbáceas contribuyen a formar el colchón hídrico, encargado de producir la humedad que las plantas necesitan.
Bernabé Orellano explicó que la dispersión manual de las semillas, consiste en la regeneración de las mismas. “A través de la técnica de mejoramiento de suelos, con la llegada de las lluvias estas florecen”, agregó.
OTRAS AFECTACIONES
En cuanto a las 1700 hectáreas que en su momento fueron invadidas, sostuvo que todas se han logrado recuperar y en la actualidad este tipo de práctica ha desaparecido, pues con la creación del área natural se cuenta con toda la protección del sistema nacional.
Sin embargo, sí existe afectación al rebrote de las plantas por la crianza de ganado vacuno de las personas que viven alrededor, pero se está trabajando de manera constante con los 281 guardaparques voluntarios.
VOLUNTARIOS
De acuerdo a lo mencionado por Shirley Bernabé, los guardaparques están divididos en 10 comités y se encargan de llevar a cabo faenas dentro del bosque.
Por ejemplo hacen limpieza de las herbáceas y residuos sólidos. Del mismo modo, refuerzan los cercos para evitar el ingreso del ganado, entre otros.
También precisó que están suficientemente capacitados para hacer frente a un incendio forestal. “Tenemos 13 puestos de control y hay patrullaje permanente en toda el área del SHBP”, concluyó.