No cabe duda que el evento que reviste mayor trascendencia en el calendario cívico patriótico de la ciudad de Lambayeque, es la declaración de su independencia absoluta del gobierno español la memorable noche del 27 de diciembre de 1820.
Acto verificado en casa donde residía el alcalde de segunda nominación don Melchor Sevilla, ubicada a espaldas de la Iglesia San Pedro de esta ciudad, vieja mansión, hoy desaparecida, conocida como la “Casa Grande” o “Casa de Los Salcedo”, el motivo principal: “eludir el continuo espionaje y las trabas que por ser español europeo el Subdelegado Presidente podría oponer a las miras beneficiosas de esta corporación, si se reuniese en la sala consistorial”, tal y como consta en el acta respectiva.
Todo esto, siete meses antes del día en que el ilustre argentino capitán general José de San Martín pronunciara en la plaza mayor de Lima, e hiciera pregonar a tambor batiente por calles y plazas de la capital, su célebre proclama: “El Perú es desde este momento, libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende”, la mañana del 28 de julio de 1821.
Sabemos que Lambayeque comparte esta primacía con otros pueblos del Perú, como con la otrora humilde caleta de pescadores de Supe, actual Puerto Supe situado a 190 kilómetros al norte de Lima, en el distrito del mismo nombre, provincia de Barranca, primero en proclamar la independencia el 5 de octubre de 1819, según el historiador coronel Manuel Bonilla Castro, natural del distrito norteño de Reque (Chiclayo).
Bonilla Castro, nos dice que para llevar a cabo tan temeraria acción, los pobladores de Supe aprovecharon la presencia, en su seno, de la expedición marítima del almirante Lord Cochrane, a la cual también, con mucho sacrificio, brindaron su total apoyo. Tesis sustentada, por el mencionado historiador, producto de una prolija investigación en la papelería del virrey Joaquín de la Pezuela, y que diera a conocer en su ensayo titulado: Fecha y Primer lugar del Perú donde se Proclamó la Independencia, aparecido, en 1948, en la Revista del Centro de Estudios Históricos Militares del Perú (Izquierdo Castañeda, 2005: s/n).
El historiador Dr. Jorge Basadre, recoge el dato en su obra El Azar en la Historia y sus límites (1973). Lo mismo hace la pareja de investigadores Ninfa Idrogo Cubas y Guillermo Figueroa Luna, en su libro Historia del Perú y Lambayeque Siglo XIX (2003) (Ibíd).
Debemos agregar que el 27 de noviembre, contando con la presencia del general San Martín el pueblo de Supe renueva su juramento de independencia.
Prosigamos. El pueblo de Ica proclama la independencia el 21 de octubre de 1820; le sigue Huamanga (Ayacucho) el 1º de noviembre de ese mismo año. Huancayo el 20 de noviembre; Jauja el 22 de noviembre; Huaura el 27 de noviembre, en este mismo día el pueblo de Supe volvía a jurar su independencia. El pueblo de Tarma el 28 de noviembre. Una tradición lugareña considera a la ciudad de Huaura, la del histórico balcón, como cuna de la independencia nacional.
El siete de diciembre de 1820, jura la independencia Cerro de Pasco. Dos días después, el 9 de diciembre, el cabildo de Huánuco redacta el acta de independencia, que es proclamada y jurada en solemne ceremonia pública realizada en la plaza de armas de dicha ciudad el 15 de diciembre de 1820.
Si bien es cierto que los pueblos y ciudades antes mencionados, antecedieron en la proclamación de la independencia a nuestra querida ciudad, también es cierto que estos históricos actos se hicieron posible gracias a la presencia en nuestras costas de la Escuadra chilena comandada por el almirante Thomas Alexander Cochrane, tal es el caso del puerto de Supe, como a la presencia del primer ejército expedicionario a la sierra central, al mando del General Juan Antonio Álvarez de Arenales.
Al igual que la zona central, el norte del Perú respondió también en forma positiva a los planes del general San Martín y en un lapso relativamente breve todos los pueblos del norte juraron su independencia. Al pronunciamiento de Lambayeque, que de este modo se convierte en el primero en proclamar exitosamente la independencia en el Norte del Perú, le sigue la ciudad de Trujillo el 29 de diciembre de ese mismo año.
El cabildo de Chiclayo jura la independencia el 31 de diciembre de 1820. En horas de la mañana de ese mismo día, el acto privado y circunscrito tan solo a los miembros del ilustre ayuntamiento lambayecano, recibió su confirmación al realizarse la juramentación pública en la sede del cabildo.
Ya en el siguiente año, juran la independencia, Ferreñafe el uno de enero; Piura el cuatro; Tumbes el siete; Cajamarca el ocho de enero de 1821. El 14 de enero de ese mismo año, el cabildo de Lambayeque, con la presencia del gobernador político y militar, vino a ratificar la declaración, proclamación y jura de su independencia. Chachapoyas también se plegó a la ola de pronunciamientos por la emancipación en enero de 1821. A poco seguirían el ejemplo Jaén, el cuatro de junio de 1821, y, poco después, Maynas.
Quedaba pues prácticamente consumada la independencia en todo el norte del Perú, como lo atestigua la proclama de San Martín en Huaura de fecha 12 de febrero de 1821, en la que entre otras cosas decía: “Más de cien pueblos proclaman su independencia y se hace tan gloriosa transformación, sin disensión alguna, sin licencia, sin ninguno de aquellos excesos tan frecuentes en la historia de las revoluciones”.