Ordenanza permite a la comuna prolongar la permanencia de taxis y buses con condiciones de seguridad.

El regidor de la municipalidad de Chiclayo y expresidente de la Comisión de Transportes, Orlando Puell Varas, señaló que la ordenanza 429-2020 tuvo algunas modificaciones.

“En principio, hicimos uso de la Ley del Reglamento Nacional de Administración de Transporte, que faculta a las municipalidades provinciales a aprobar una extensión de cinco años a los vehículos para que puedan circular en sus provincias”, explicó.

De esta manera, la comuna chiclayana, con base a sus atribuciones, extendió la permanencia de los vehículos de servicio público en la provincia, que antes tenían un límite de 15 años de antigüedad. “La normativa nacional indica que los vehículos de este tipo solo pueden funcionar 15 años, pero la ley también otorga a los gobiernos locales la posibilidad de ampliar ese plazo hasta en cinco años más”, aclaró Puell. El funcionario comparó la situación de los buses interprovinciales, que recorren entre 1500 y 2000 kilómetros diarios, con los vehículos de transporte urbano, que en promedio no llegan a 150 kilómetros por día. “Un auto deteriorado jamás podrá ser autorizado a circular 20 años. Para acogerse al beneficio de la ordenanza, tiene que presentar la revisión técnica correspondiente”, enfatizó. Asimismo, la autoridad detalló que los taxis, para funcionar hasta 20 años, deben tener un peso mínimo de 1000 kilos y una cilindrada no menor a 1250 centímetros cúbicos. “Son condiciones para garantizar la seguridad”, finalizó.

Por otro lado, el dirigente Juan Vásquez admitió que existe un “exceso” de transporte público en Chiclayo, situación que atribuyó a la “gran desocupación” en la región Lambayeque. Sostuvo que el aumento de vehículos, sobre todo informales, no depende de la municipalidad, sino de la falta de empleo. No obstante, recalcó la necesidad de formalizar y supervisar las unidades vehiculares para evitar una “bomba de tiempo”. Asimismo, sobre el mal estado de las pistas en Chiclayo, el dirigente responsabilizó directamente a la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento por no hacer las reparaciones necesarias. Recordó que se acercan las lluvias y, como cada año, los taxistas resultan perjudicados por las pésimas condiciones de las vías. Mencionó la avenida Víctor Raúl, donde Epsel no culminó las obras prometidas. Denunció también que los baches abundan en la avenida Quiñones y el centro de la ciudad, lo cual afecta gravemente el turismo.