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Publicado el Miercoles, 02 de Enero del 2019

El ídolo de un pueblo

Un día como ayer lunes, hace 19 años, el recordado Sandro Baylón, figura de Alianza Lima, falleció luego de un trágico accidente a bordo de su automóvil empezando el 2000.
El fútbol como la vida ofrece altas y bajas. Y vaya que la hinchada de Alianza Lima lo sabe muy bien. El club, uno de los más grandes de Perú, ha escrito historias imborrables con títulos nacionales, pero también se vio envuelto en momentos dolorosos como el accidente del Fokker allá por el 87 o la pérdida de Sandro Baylón Capcha al recibir el 2000. Precisamente, el joven jugador “íntimo” cumplió ayer lunes 1 de enero un año más de su lamentable fallecimiento o como dirían aquellos identificados con el “equipo del pueblo” partió: de La Victoria a la Gloria.
 
Baylón era un excelente jugador, pero más importante aún, una gran persona. Al menos, eso es lo que cuentan las personas que más lo conocían. Hombre creyente y callado, tal vez, dos de las características que por un tiempo no se veían dentro del fútbol local, pero que él supo imponer como su sello más propio.
 
Fue capitán de la Selección Peruana Sub-23, lo cual es una muestra clara de su don para guiar a un grupo y de su carácter sobresaliente pese a su corta edad. Además, perteneció a ese plantel de jugadores que le devolvieron la alegría a los hinchas aliancistas con un título nacional que les era esquivo por 19 largos años.
 
La consagración del 97, no solo le permitía a aquel plantel entrar en la historia del club sino que logró algo mucho mejor e impagable: meterse en el recuerdo imborrable de una hinchada apasionada por sus colores. Y Sandro Baylón, con apenas 22 años de edad y titular en el equipo, empezaba a asomar como un referente.
 
 
LUTO NACIONAL
 
Sin embargo, como dicen, los momentos felices son cortos mientas que los malos parecen eternos. Al menos, así lo sintieron todos aquellos seguidores del club de La Victoria cuando el 1 de enero del 2000 se enteraban por los distintos medios de comunicación que Baylón, aquel jugador de la celebración con rezo, el “hermano del pueblo” de entrega absoluta había perdido la vida en un accidente automovilístico tras chocar contra un poste de alumbrado público en la Costa Verde.
 
Alianza Lima y la tragedia, nuevamente tomados de la mano. Y es que el destino, caprichoso como solo él sabe serlo, les tenía previsto un lamentable encuentro a todos los hinchas blanquiazules. La noticia era real, el dolor incalculable.
 
Pero no parece haber palabra que describa mejor al club que uno de sus apelativos: “íntimos”. Tal vez, esa fue la base para un nuevo comienzo y abrazo de gol de reconocimiento al cielo. Sandro se fue creyendo que solo había logrado un título con Alianza Lima y no pudo palpar lo que en realidad se llevaba: el cariño de un pueblo.
 
No por nada, el corazón de la tribuna, esa incondicional barra oficial del club que es el Comando Sur decidió hacerle un regalo vitalicio: nombrar a uno de sus “pulmones” en aquella tribuna como el ídolo aliancista y así “Sandrito” pasó a ser el bombo más grande e imponente del club de La Victoria.
 
Sandro Baylón cumple 19 años de su lamentable partida aunque para los verdaderos hinchas de Alianza Lima, en realidad, nunca se fue.
 

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