Cada año, el nacimiento del niño Jesús se vive diferente en la casa de la familia Moyano Horna, con el aumento de los misterios y la decoración en cada espacio de la casa.
Se trata de la docente y contadora, Magda Horna Sánchez de Moyano, quien instaló 47 misterios a lo largo de la sala, cocina, comedor y pasadizo de su vivienda, ubicada en la calle Diego Ferré, urbanización El Porvenir de Chiclayo.
La Industria llegó hasta el recinto, donde no solo se encontró a los misterios instalados en toda la casa, sino la música y luces que dan un toque diferente a esta Navidad. En realidad son 62 Manuelitos, pero no todos tienen a padres, por lo que se instala 47 misterios.
Hay nacimientos de la sierra, selva y costa del Perú, así como diversos tamaños, colores y material. La familia Moyano Horna estima que en todo el recorrido de la casa haya más de mil piezas de animalitos y personajes que acompañan a los nacimientos. Además, de los adornos, árboles navideños y hasta un Papá Noel.
Cada uno de los Manuelitos, representa a los integrantes de la familia y amigos, es decir su esposo, 6 hijos, 13 nietos, 3 bisnietos, cuñados, alumnos, compadres y hasta sus vecinos.
Y como el armado de todos los misterios demanda de tiempo y dedicación, doña Magda nos confiesa que pide la ayuda de su hija y nuera, para que este trabajo se realice en 4 días.
Desde hace más de 47 años, realiza este tradicional trabajo y menciona que nunca hay cansancio cuando las cosas se hacen con amor. La mayoría de nacimientos han sido adquiridos por ella misma, pero también por donaciones y regalos.
“Creo que con el pasar de los años, las familias están dejando de lado a los nacimientos, a los misterios. Los padres son los responsables de enseñarles el significado de estas fechas, de conocer a Jesús cuando era un niño”
Los 47 Manuelitos están en la mesa del comedor, esperando que llegue el momento para ser subidos y acomodados cada uno en su pesebre. Esta actividad inicia pasada las 4:00 de la tarde de hoy, considerando que son varios padrinos o a veces son los mismos integrantes de las familias, quienes tienen el honor de participar con la ‘subida’ de Jesús.
Los nacimientos llegan a medir 70 metros de largo y 2 metros de alto. Por estas fechas la familia debe acomodarse a vivir en medio de luces y nacimientos, pues se ocupa la mayor parte de la casa e incluso en los exteriores, la finalidad es no guardar a ningún misterio.
La ‘bajadita’, es la fecha más esperada por los familiares y vecinos de este sector de Chiclayo, donde hasta los Manuelitos bailan marinera antes de ser guardados hasta el siguiente año.
Para este día se organiza una recepción que incluye paraliturgia, elección de la reina “familia Moyano Horna”, baile y por su puesto se le canta y baila a los Manuelitos, cada uno con sus respectivos padrinos.
La fe y milagros para esta familia son innumerables, por eso su dedicación y tradición continuará de generación en generación.