Filiberto Cueva, licenciado en Periodismo con estudios de posgrado en gestión cultural, plantea que la adición de iniciativas culturales, partiendo de la identificación de una necesidad, concluirán en un correcto desarrollo integrado en la región.
Cueva infiere que mucho antes de impulsar o proponer una iniciativa cultural en un determinado entorno, es importante estudiar y diagnosticar el hábitat elegido, para formular un plan que dé respuesta al espacio mismo.
Lambayeque tiene todas las condiciones necesarias para organizar actividades culturales que motiven a la recuperación de la identidad y motive el flujo de turistas, locales, nacionales e internacionales.
Filiberto Cueva, como gestor cultural recomienda separar gustos y preferencias personales de las de la comunidad o grupo de interés de quien gestionará una propuesta cultural; con ello, los intereses del colectivo se verán reflejados y esta se sentirá motivada a expresar lo que siente sin tener que responder a formatos u objetivos.
“De hecho, se puede investigar para conocer los procesos culturales propios de un grupo de interés, para, antes de presentar una nueva propuesta, se pueda consolidar los procesos culturales ya existentes del determinado grupo. De esa manera, no solo estaremos dinamizando la cultura local, sino también, poniéndola en valor”, contextualiza Filiberto Cueva.
INVOLUCRAR A TODOS
Para hacer parte de la propuesta cultural a las autoridades, Cueva dice que se debe conocer sus pretensiones con respecto al tema. Esto se halla fácilmente en las promesas establecidas previamente en el plan de gobierno. En caso esté presente, todo el trabajo será coordinado. En caso no, es necesario realizar una labor de incidencia para sensibilizar a las autoridades sobre la importancia que tiene la cultura en los procesos de desarrollo integral del ciudadano.
“Del mismo modo, es necesario que las autoridades puedan crear oportunidades para la generación de nuevas acciones culturales, las cuales implican el desarrollar programas de capacitación, acompañamiento y mentoría, así como la posibilidad de otorgar fondos semillas para acciones culturales que, posteriormente, debe convertirse en proyectos y aseguren su viabilidad”, detalla Cueva.
Por último, Filiberto enfatiza que la sostenibilidad del proyecto dependerá del compromiso del equipo de trabajo y del nivel de involucramiento de los beneficiarios. Aquí las facilidades que brinden los gobiernos locales serán claves.