Un día como hoy, pero hace exactamente un año, la región Lambayeque recibió el primer lote de vacunas para hacerle frente a la pandemia de Covid-19.
Fueron 4 062 dosis las que arribaron aquel día a suelo lambayecano, las mismas que fueron destinadas al personal de salud en primera línea, lo cual fue un paso más que decisivo en esta lucha contra el mortal virus.
Un año después de este imborrable acontecimiento, el cual fue cubierto por el diario La Industria, este medio conversó con dos profesionales de la salud que, desde un primer momento encararon al Covid-19 desde sus trincheras.
El jefe de Pediatría del hospital Las Mercedes, John Joo Salinas, señaló la existencia de un escenario favorable para la comunidad con las campañas de vacunación.
“La vacuna ha tenido un efecto protector muy grande, por ello, los fallecimientos no presentaron un incremento a gran escala como en la primera y segunda ola. Y haciendo un análisis de casos de manera consecutiva, por 7 días, se ha visto una disminución de la positividad a nivel nacional. Estaríamos ante la retirada de la tercera ola”.
Consultado sobre la poca afluencia de menores entre los 5 a 11 años de edad para ser inmunizador, la población más joven a inmunizarse contra el coronavirus, el galeno explicó que, aunque si bien este grupo etario fue considerado para un buen retorno a clases, los padres deberían recordar que justamente esta población reportó más contagios en esta tercera ola.
“El grupo de 5 a 11 años de edad entra al proceso de vacunación no porque sea el grupo con mayor mortalidad (0.5 % de letalidad frente al 33% en los mayores de 65 años). El alcance de la vacunación radica en la vuelta segura a los colegios, y también para acortar el ciclo de transmisibilidad del Covid-19. Pero, quiero precisar algo, en esta tercera ola hubo una gran incidencia de infectados (en niños) como no hubo en la primera o segunda ola. La recomendación de los padres es que, si mi niño ya se infectó con covid, la vacuna reduce el número de reinfecciones”, puntualizó.
ENFERMERAS
Pero, la voluntad de la población para ser beneficiados con las inmunizaciones no es el único factor que garantiza el éxito del proceso. Para, la decana del Colegio de Enfermeras de Lambayeque, Isabel Lizárraga de Maguiña, tener un mejor resultado tras un año de vacunas implicará revalorizar el rol del profesional, en especial de la enfermera, que es quien aplica las vacunas.
“Hay que resolver la brecha de recursos humanos en enfermeras que son las que vacunan. Que inviertan en recursos humanos y todos van a ganar. A las enfermeras se les ha visto caminar de casa en casa, en horarios corridos, sin parar, se les exige demasiado a poco personal”, anotó.
Consultada por el éxito para este segundo año de inmunizaciones, Lizárraga indicó que sí porque “ya tenemos experiencia: la convocatoria, el registro de datos, la vacuna, la observación de reacciones y la programación de la segunda y tercera dosis. Es un trabajo bien organizado que ha quedado establecido”.
PRIMER LOTE DE VACUNAS
Un día después de su llegada, el primer lote de vacunas provenientes del laboratorio Sinopharm fue enviado al almacén del Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud.
Al día siguiente de la llegada de este primer lote (11 febrero) se inició la inmunización con el personal de las áreas críticas de los establecimientos de salud, el personal de servicios de emergencia, unidades de cuidados intensivos y hospitalización.