Los días siguen pasando y cientos de familias de los pueblos jóvenes ubicados en el lado oeste de Chiclayo no ven agua en sus caños.

 

Sin embargo, las autoridades pertinentes no aceleran su intervención para lograr que la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel) reponga el servicio.

 

La Industria se contactó con el personal de la oficina de Comunicaciones de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), donde se informó que el jefe regional no podía brindar declaraciones sin antes solicitar permiso a la oficina nacional. Luego confirmaría la entrevista, pero hasta el cierre de la edición no hubo respuesta alguna, lo mismo sucedió hace una semana.

 

Las familias de La Purísima, Las Colinas de las Brisas, Cerropón, Nuevo Cerropón, Progreso, Virgen de la Paz, La Molina, Miguel Grau, Cristo Redentor, entre otros, piden a Sunass que intervenga lo antes posible porque su salud está expuesta en esta pandemia.

 

“No solo se trata de llegar un día a verificar que no hay agua, se trata de dar soluciones, de exigir a la empresa prestadora que entregue el servicio, por el cual pagamos”, dijo una de las vecinas.

 

El último viernes, Epsel logró dotar por un momento de agua, pero al promediar las 9:00 a.m. nuevamente surgió problemas y otra vez se restringió el servicio. Desde esa fecha, los vecinos han tenido que comprar el vital líquido elemento porque aseguran tampoco llegan las cisternas de Epsel.

 

Los pobladores se organizan para comprar 78 litros de agua que llegan en una cisterna por el precio de 40 soles. La otra opción es una cisterna de 1000 litros por el valor de 80 soles.

 

Sobre el particular, buscamos la versión de la Defensoría del Pueblo, que a través de la oficina de Comunicaciones, indicó que iban a realizar otra intervención para asegurar que Epsel dote del líquido elemento, de manera inmediata.