El representante de los Pueblos Jóvenes de Lambayeque, Raúl Benites, sostuvo que la ampliación del aislamiento social obligatorio debe darse, siempre y cuando, el Gobierno Central, otorgue mayor asistencia a la población que se encuentra en estado de vulnerabilidad.

Mencionó que, en el distrito de Chiclayo, existen 120 pueblos jóvenes, en donde habitan un promedio de 32 mil familias. De los cuales, solo 10 mil han sido beneficiadas con el bono de los 380 soles, cerca de 9 mil hogares recibirán la canasta solidaria, pero aproximadamente 13 viviendas no accederán a ningún subsidio.

Raúl Benites, manifestó que allí deben intervenir los municipios. “Se necesita un tratamiento especial para nuestra región. Si el estado de emergencia se amplía, los gobiernos locales, tienen que transferir sus recursos de inversión pública (que no se van a ejecutar este año) a los programas sociales. De lo contrario, la situación empeorará”, añadió.

Las familias ya están desesperadas, por ello, se exponen al peligro. La cuarentena, está incrementando el comercio ambulatorio, porque las personas que tenían sus trabajos independientes y no los pueden ejecutar, ahora están vendiendo mascarillas, guantes, productos de desinfección en las calles y demás productos de primera necesidad en las calles.

Es decir, además de combatir la pobreza, deben enfrentarse a una pandemia y el sistema de Salud de Lambayeque, así como de otras regiones, no está preparado para el incremento de casos y muertes por coronavirus. “Hace falta una propuesta sostenible, que involucre a las autoridades. Ellos son quienes deberían estar al frente. No pueden dejar que el Ejecutivo nos trate de esta manera”, acotó Raúl Benites.

En tanto, el representante de la Confederación de Pueblos Jóvenes de Lambayeque, Lorenzo Morales Infante, precisó que el estado de emergencia puede ampliarse, pero “el hambre ya no aguanta”. “Hay personas que fueron damnificadas en el Fenómeno de El Niño del 2017, no recibieron ningún tipo de ayuda y ahora nuevamente están siendo afectadas”, agregó.

En ese sentido, considera que el regreso a la realidad debe ser de manera progresiva, desde el lunes 27 de abril, con un mayor control por parte de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú, porque lamentablemente, los asentamientos humanos, pueblos jóvenes y demás sectores de la población vulnerables, no resistirán a más semanas de cuarentena.