Nuevos desafíos a la enseñanza escolar
En dicha perspectiva, una de las propuestas para la renovación de la didáctica de la enseñanza de la historia (hoy subsumida en el área de Ciencias Sociales), propone familiarizar al estudiante del nivel primario y secundario con los procedimientos y métodos del historiador; de tal forma que estimule el discernimiento crítico de los estudiantes apoyándose para ello de experiencias de aprendizaje en las que este pueda hacer uso de fuentes históricas para estudiar procesos y hechos históricos de relevancia histórica para el contexto en el que habita y para la actualidad.
Alternativas investigativas
Se trata entonces de sesiones de aprendizaje en las que el docente llega provisto de un arsenal de fuentes y de estrategias de enseñanza-aprendizaje que favorezcan la elaboración de preguntas relevantes, la elaboración de hipótesis, la contextualización de dichas fuentes históricas, la selección de las más pertinentes, la lectura, obtención de información, contrastación de información presente en las fuentes históricas y elaboración de conclusiones a partir de dicho proceso.
Dentro de la diversidad de fuentes históricas, sin duda las más sugerentes y motivadoras son los restos materiales. Todas aquellas creaciones humanas que constituyen soportes para enfrentar acciones de obtención, producción de alimentos, producción de bienes, abrigo, vivienda, etc. A lo largo del tiempo y que constituyen expresión del desarrollo tecnológico de una sociedad. A decir de autores como Prats y Santacana (2011) “(las fuentes materiales) incluyen una buena parte de los que denominamos objetos y todo aquello realizado sobre un soporte material, es decir todas las tipologías de escritura y los grabados, pinturas, etc (p. 11).
Son pocos los docentes que en nuestra realidad de la docencia lambayecana, se apoyan de fuentes materiales; de allí la relevancia de su valoración pedagógica. Porque abordar una sesión de aprendizaje sobre cultura precolombinas por ejemplo, apoyados de réplicas de ceramios, tumis, herramientas, monedas, billetes de época pasadas, tiene diversas ventajas para la acción formativa de los docentes. Mencionaremos solo las más relevantes: las fuentes materiales son estimulante de la motivación, el interés, la actitud investigativa y la creatividad entre los estudiantes. Asimismo constituyen referente para la construcción de conceptos complejos de la disciplina histórica (el cambio, la continuidad, cronología, etc). Las fuentes materiales promueven la imaginación y la empatía histórica y actúan como soporte para la fijación de conceptos dentro de la estructura cognitiva de los estudiantes, etc (Llonch & Parisi, 2016)
Estrategias basadas en fuentes objetuales
a. Pregúntale al objeto
Grande es la motivación cuando en pequeños grupos y sobre una mesa, se les propone objetos del pasado a los estudiantes. Previo al establecimiento de normas para el desarrollo de la actividad, los grupos visitan las mesas conteniendo un objeto histórico (original o réplica) y partir de su manipulación, observación, análisis, etc. inicia un proceso de elaboración de preguntas al mismo. Manipular el original de un ceramio precolombino, la llave de una antigua puerta de origen colonial, el quide una tejedora centenaria, los broches de un recluta en el servicio militar, etc. resulta altamente desafiante. Recorriendo las diferentes mesas de trabajo, los grupos tienen oportunidad de alcanzar diversos objetos. Es recomendable luego escuchar las preguntas elaboradas por cada grupo y recogerlas a fin de iniciar en forma consensuada un proyecto de investigación que sitúe en el contexto al objeto elegido, sus tecnologías de elaboración, los usos, entre otras.
b. Dibuja objetos antiguos
Los estudiantes también pueden dedicar el tiempo a dibujar alguno de los objetos históricos, esta actividad tienen la virtud de aguzar el espíritu observador e inquisitivo del estudiantes. Posibilitando la observación detenida, que conlleva la captación de detalles (formas, colores, iconos, textos presentes en el objeto, etc.)
c. La búsqueda y exhibición de fuentes objetuales
Los estudiantes juntos a sus informantes familiares (padres, tíos, abuelos, etc.) pueden movilizar la colección de objetos vinculados a determinadas actividades efectuadas en la historia de la comunidad. Asi por ejemplo, bajo el título de “¡La leva, la leva!” podría movilizarse la colección de fotografías, carnets, documentos, indumentaria, botones y otras prendas u objetos usados por los jóvenes “levados” durante el servicio militar obligatorio. Dicha búsqueda puede al mismo tiempo complementarse con el recojo de testimonios sobre los procedimientos empleados durante las famosas levas, el desplazamiento hasta Piura o Tumbes, el rancho, el adiestramiento militar, los permisos, la convivencia en el SMO, etc. Finalmente un guión para la exposición podría considerar el contexto de los conflictos del siglo XX con Ecuador y Colombia, los tratados de paz respectivos, identificar los cambios y continuidades en el servicio militar hasta la actualidad e inclusive podría reflexionarse sobre las características discriminatorias del reclutamiento.
d.- Taller de numismática
Las monedas constituyen objetos históricos de singular alcance en las familias de nuestros estudiantes, quienes suelen conservarles. La incorporación de estas en las clases diarias resulta altamente motivadora. Y más, cuando se propone a los estudiantes reconocer el contexto en el que fueron acuñadas o emitidas dichas monedas y billetes, el lugar, la fecha, las partes de la moneda, los símbolos que contienen y su significado, sus leyendas.
David Ayasta Vallejo-Docente