El Perú cuenta actualmente con 48 lenguas originarias, las cuales están agrupadas en 19 familias lingüísticas y constituyen medios de comunicación de 55 pueblos indígenas u originarios.
Todas las lenguas originarias son la expresión de una identidad colectiva y de una manera distinta de concebir y de describir la realidad; por tanto, gozan de las condiciones necesarias para su mantenimiento y desarrollo en todas las funciones.
PRESERVACIÓN DE LAS LENGUAS ORIGINARIAS
Los padres que han heredado una lengua originaria deben disponer de un tiempo para transmitirla a sus hijos y parientes. La transmisión intergeneracional es el principal motor para que una lengua no muera. Las familias y comunidades deben generar espacios adecuados para la revitalización de la lengua originaria mediante actividades propias de la cultura o pueblo.
Asimismo, las entidades públicas y privadas que brindan servicios públicos deben desarrollar acciones como disponer de personal para comunicarse de manera oral y escrita en las lenguas originarias, brindar servicios de atención al público en las lenguas, contar con servicios de intérpretes o traductores, implementar políticas lingüísticas para el uso, preservación, desarrollo, recuperación, fomento y difusión de las lenguas indígenas.
También deben emitir ordenanzas regionales y municipales para el uso, preservación, desarrollo, recuperación, fomento y difusión de las lenguas en el ámbito de su competencia; publicar las normas, documentos y comunicados oficiales, así como toda información vinculada con la comunidad utilizando los alfabetos oficializados por el Minedu, promover el uso oficial de las lenguas a través de medios audiovisuales, digitales, radiales, spots publicitarios, entre otros.
De igual forma, transmitir en la lengua originaria las ceremonias oficiales y otros actos públicos de las autoridades, tales como rendición de cuentas, presupuesto participativo, presentación de proyectos o iniciativas de desarrollo local y regional.
Las entidades deben implementar el uso de señaléticas en la lengua originaria en el ámbito de competencia, así como traducir de manera progresiva el nombre de las entidades y el de sus dependencias en la lengua originaria.