Son unas 1200 instituciones educativas públicas en la región Lambayeque, entre escuelas de nivel inicial, primario y secundario. El 40 por ciento de estas, es decir, alrededor de 488, se ubican en la zona rural. Un importante número de colegios que sufren aún el centralismo de las acciones y gestiones de las autoridades.
“Espero que nuestro gobernador, gerente de Educación y nuestros directores de Ugel, así como le dan la importancia de implementación y de construcción de una institución educativa tan grande como es Rosa Flores de Oliva, así también se atienda las necesidades de los colegios de la zona rural. Todo se ha enfocado en el centro, en las principales ciudades, y nada en la periferia”, expresó.
“Desde siempre le estamos pidiendo al gobernador ir y gestionar los recursos para potenciar y mejorar esos colegios rurales, porque aquí lo que se necesita es inversiones para cubrir necesidades. Si se trata de hacer una autocrítica, como parte de la gestión regional, todavía hay muchas debilidades en el sector Educación. Las autoridades educativas tienen que levantar la voz, se han quedado en la administración”, agregó.
ABISMO DE DIFERENCIA
A su turno, el coordinador regional de la Mesa de Concertación Para la Lucha Contra la Pobreza de Lambayeque, Luis Montenegro Serquén, refirió que todavía existe un “abismo de diferencia” entre las condiciones en las que funcionan las muchas escuelas de la zona rural, en comparación con las levantadas en la ciudad.
“Todavía existe un abismo de diferencia entre los colegios de la zona urbana y los colegios de las zonas rurales. Nosotros tenemos pobreza en la ciudad, pero es una pobreza urbana. La pobreza rural es terrible, es mucho más fuerte. El hecho de que lo pongan en la agenda (mejorar escuelas de sectores alejados), significa que siempre va a haber una brecha entre lo rural y lo urbano: O sea es un castigo que se le da a los niños”, precisó.
“Ahora, no solo preocuparnos porque el colegio rural esté bonito, sino, que tenga el profesor adecuado. Es lo esencial para que el niño aprenda. Si es necesario que ellos tengan un motor para que funcionen sus computadoras, que bueno sería. Lo ideal es que nadie se quede atrás”, opinó.
CUESTIÓN DE DINERO
Consultado por lo manifestado anteriormente, el gerente regional de Educación, Daniel Suárez Becerra, aceptó que existe una “brecha de infraestructura”, pero aseveró que no hay un descuido en los colegios del ámbito rural. Precisó que las deficiencias todavía presentes se deben a una falta de presupuesto y a un desconocimiento de entidades como el Ministerio de Educación (Minedu) para la ejecución de proyectos.
“Si bien dice la consejera que hay una gran brecha en infraestructura (en las escuelas rurales), pero no es descuido. Nosotros no manejamos presupuesto. Nosotros detectamos el problema y se lo informamos al Gobierno Regional y al Minedu. Entonces Pronied (Programa Nacional de Inversiones en Educación) es el responsable único de la infraestructura nacional”, argumentó el funcionario.
“Hemos ido al Minedu, nos hemos enfrentado al mismo Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Las gestiones están hechas. Lo que vemos es la deficiencia a nivel de Pronied, no tienen los elementos necesarios para poder ejecutar los proyectos, porque dinero hay”, concluyó.