Educación
Publicado el Martes, 11 de Febrero del 2020

Quién dijo que los adolescentes no hacen historia?

 Nos comparte: Angélica María Cubas (17 años).– Ser joven no necesariamente es sinónimo de irresponsabilidad. Tal vez, porque unos cuantos chicos no asuman las consecuencias de su actuar, no quiere decir que todos los jóvenes vivamos una vida alejada de la realidad y asociada con una rebeldía totalmente irresponsable.

Felizmente, esta no es la generalidad, pues siempre en todos los tiempos han existido y existen jóvenes que escribieron en las páginas de la historia del mundo, logrando con su actuar ser instrumentos de vida y paz entre los habitantes del planeta.

Así un ejemplo de joven, es Bernadette Soubirous, quien a sus cortos 14 años, fue elegida por la Virgen María, para recordarnos que el mundo se hará más humano y fraterno, si solo decidimos vivir bien, unos con otros.

Un 11 de febrero –como hoy–, del año 1858, Bernardita junto a su hermana Marie Toinete (11 años) y su amiga Jeanne Abadie (12 años), fueron en busca de leña cerca del río Gave y al pasar por una gruta, la adolescente de 14 años, tuvo su primer encuentro con la Madre de Dios. Este encuentro fue el inicio de varios más, durante los cuales, Bernardita fue víctima de desprecios y burlas por parte de las autoridades eclesiales y civiles de su comunidad, pero la adolescente se mantuvo firme y transmitió el mensaje de la Hermosa Madre, de construir un templo dedicado a la oración y a unirse para alcanzar la armonía de las naciones.

Finalmente, la joven Soubirous, luego de su última reunión con María, optó por dedicarse a la vida consagrada, entonces tenía la edad de 22 años y permaneció allí hasta los 34 años de edad, en la que su alma voló al cielo quedando su cuerpo intacto hasta hoy en día, como testimonio de su vida dedicada a amar a sus semejantes.

Cada 11 de febrero, Lourdes en Francia es testigo de curaciones milagrosas de enfermos terminales que concurren a la celebración de la Eucaristía en la gruta en la que la joven Bernadette habló con la Madre de Jesús.

Como Bernardita, existen muchos jóvenes que hoy, lejos de perder el tiempo en banalidades, trabajan silenciosamente por el progreso y la armonía en sus comunidades. Ella es un gran referente para mí, pues vivir a plenitud en auténtica libertad, es lo que yo como joven anhelo vivir.

 

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